<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d8944077\x26blogName\x3deurocero\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLUE\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://eurocero.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des_ES\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://eurocero.blogspot.com/\x26vt\x3d5957549280494244921', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>

sábado, diciembre 18, 2004

Espiritualizado

Anoche cuando llegué a casa estaban Luis y Alberto conversando y bebiendo vino. Alberto me trajo el último disco de Los Planetas, que todavía no había escuchado y a mí me tiene mejor pinta de lo que me habían dicho. Más tarde, llegaron Carlos y Vane, que vinieron a felicitarnos las navidades antes de irse de vacaciones (no las van a pasar aquí). Y luego vino Ana, muy contenta porque le había gustado mucho el concierto de Lou Barlow del que llegaba.

Total, que hubo reunión improvisada y acabamos dando buena cuenta del contenido de las cestas de navidad que nos han dado a Luis y a mí (aquí no hay tradición, pero es lo que tiene trabajar para una compañía española), sobre todo del alcohol. Nos dieron las mil y yo me lo pasé muy bien otra vez. Que ya he decidido que a mí lo que me gusta es estar en casa con amigos, hablando y escuchando la música que nos dé la gana.

Hace un rato ha venido también nuestro casero a desearnos feliz navidad, porque él se va a la República Checa y no vuelve hasta el 9 de enero. Nos ha traído una postal, una caja de bombones y una botella de vino espumoso Martini (no tenia ni idea de que existía tal cosa). Que majo.

Con todo este buen rollo, hasta estoy impregnándome un poquito del espíritu navideño, y eso que normalmente no me gustan mucho estas fechas. Pero sí, este año voy a proponerme pasar una feliz navidad y un próspero año nuevo, hala.

Con Freixenet.

(Bueno, tendrá que ser Codorniu, es lo que venia en la cesta).

Publicar un comentario

<< Home