Sueño número siete
La semana pasada, debido a mi mal de la puntualidad compulsiva, llegue al aeropuerto de Stansted tres horas antes de la hora a la que mi vuelo tenia prevista la salida. Para matar el aburrimiento, me compre un libro del que habia oido hablar porque aqui ha sido una gran revelacion, salio haciendo poquito ruido y se ha convertido en un best-seller de estos de "gran exito de critica y publico". Se titula "The Curious Incident Of The Dog In The Night-Time" (en España esta editado como "El curioso incidente del perro a medianoche), y esta escrito por Mark Haddon.
Con la excusa de una novela detectivesca (un whodunnit sobre un perro asesinado), nos introducimos en la mente del protagonista y narrador, Christopher, un chico de 15 años con Sindrome de Asperger, una de las variantes del autismo. Quiza esto no sea muy novedoso, pero esta decididamente bien resuelto, y resulta muy interesante poder contemplar el mundo desde otro punto de vista, y darse cuenta de que todos y cada uno de nosotros somos meros observadores de una realidad subjetiva. Ver como otras personas entienden y analizan las cosas deberia servirnos (en mi por lo menos lo ha conseguido) para comprender que dos y dos no siempre son cuatro, y que los conceptos, ideas o sentimientos que percibimos y palpamos son unicos, irrepetibles y no necesariamente mejores que los de los demas.
El principio me parecio un poco titubeante y pesado, pero el desarrollo y desenlace consiguieron encandilarme y emocionarme. Hay similitudes, ya reseñadas por los criticos, con "El guardian entre el centeno". Reproduzco a continuacion uno de los fragmentos mas bonitos del libro y que mas semejanza guardan con la historia de Holden Caulfield. En el, Christopher tiene un sueño:
"Y finalmente no queda nadie en el mundo excepto gente que no mira a la cara al resto de la gente (...) y esta gente son gente especial como yo.. Y les gusta estar solos y rara vez los veo porque son como okapis en la selva del Congo, que son una clase de antilopes muy timidos y raros.
Y puedo ir a cualquier sitio del mundo y se que nadie va a hablarme o tocarme o hacerme una pregunta. Pero si no quiero ir a ningun sitio no tengo por que ir, y puedo quedarme en casa y comer broccoli y naranjas y regalices todo el rato, o puedo jugar a videojuegos una semana entera (...). Y no tengo que ir a Francia."
El sueño de cualquier timido (como yo).
Me gustan las ciudades en las que puedes ser anonimo.
Con la excusa de una novela detectivesca (un whodunnit sobre un perro asesinado), nos introducimos en la mente del protagonista y narrador, Christopher, un chico de 15 años con Sindrome de Asperger, una de las variantes del autismo. Quiza esto no sea muy novedoso, pero esta decididamente bien resuelto, y resulta muy interesante poder contemplar el mundo desde otro punto de vista, y darse cuenta de que todos y cada uno de nosotros somos meros observadores de una realidad subjetiva. Ver como otras personas entienden y analizan las cosas deberia servirnos (en mi por lo menos lo ha conseguido) para comprender que dos y dos no siempre son cuatro, y que los conceptos, ideas o sentimientos que percibimos y palpamos son unicos, irrepetibles y no necesariamente mejores que los de los demas.
El principio me parecio un poco titubeante y pesado, pero el desarrollo y desenlace consiguieron encandilarme y emocionarme. Hay similitudes, ya reseñadas por los criticos, con "El guardian entre el centeno". Reproduzco a continuacion uno de los fragmentos mas bonitos del libro y que mas semejanza guardan con la historia de Holden Caulfield. En el, Christopher tiene un sueño:
"Y finalmente no queda nadie en el mundo excepto gente que no mira a la cara al resto de la gente (...) y esta gente son gente especial como yo.. Y les gusta estar solos y rara vez los veo porque son como okapis en la selva del Congo, que son una clase de antilopes muy timidos y raros.
Y puedo ir a cualquier sitio del mundo y se que nadie va a hablarme o tocarme o hacerme una pregunta. Pero si no quiero ir a ningun sitio no tengo por que ir, y puedo quedarme en casa y comer broccoli y naranjas y regalices todo el rato, o puedo jugar a videojuegos una semana entera (...). Y no tengo que ir a Francia."
El sueño de cualquier timido (como yo).
Me gustan las ciudades en las que puedes ser anonimo.
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