En vías de desarrollo
Algun detalle mas sobre las cosas que apuntaba ayer.
Nunca escarmiento. Solo a mi se me ocurre ir de compras a Oxford Street un sabado. Es absolutamente la zona a evitar, especialmente los fines de semana. Es imposible dar mas de tres pasos seguidos sin tropezar con alguien. Lo mas crudo de esta ciudad, las aglomeraciones de gente que se producen en ese lugar y tiempo, y el absoluto caos circulatorio que produce, sea a pie, en coche, bus o metro. Para comprar una bolsa y cortarme el pelo, cuatro horas.
La tienda Apple es una maravilla, un lujo para los sentidos. Creo que se acabara convirtiendo en un punto de referencia de la ciudad y en una atraccion turistica. Igual que la gente visita Harrods o Hamleys, tambien ira a partir de ahora a este paraiso de la marca de la manzana. Estaba a tope, y vendian iPods como churros.
En la cena del sabado estuvimos los de la casa (Ana, Luis y yo), Jorge y otra Ana, compañera de trabajo de la nuestra. Cenamos berenjenas y lentejas (bueno, yo no, que soy de los que las deja), y bebimos mucho vino, tanto como para pillar una de esas borracheras cuyos efectos secundarios duran dos dias como minimo. Como siempre, debate Chico y Chica si, Chico y Chica no, lo cual me sirvio otra vez como excusa para pincharlos, por aquello de que los nuevos pudieran decidir, jeje. Algo parecido con Les Biscuits Sales. Y mucho Mecano, que para todos definitivamente si.
A pesar de la resaca, el domingo otra vez a cenar, esta vez con algunos de mis compañeros de trabajo. Luis tambien vino. La cosa no funciono, porque ellos y nosotros estamos en longitudes de onda completamente diferentes. La mayoria de las conversaciones y anecdotas eran igualitas a las de una cena de tercero de BUP, solo que cuando estabas en tercero de BUP tenian gracia y ahora ya no. Contar la anecdota-mentira-leyenda urbana del dia que tu madre te pillo vomitando la borrachera en casa, le decias que habias tomado una cerveza y te habia sentado mal, y ella tragaba, como que ya no viene al caso. Y encima en esta version era una cocacola. Pues asi todo el rato. Y despues de la cena, a recorrer las frias calles de Londres sin rumbo fijo decidiendo adonde ir. Una de las contadas ocasiones en mi vida en las que he sido de los primeros en irse para casa.
Ayer vi un documental sobre George Michael. Fue muy interesante, y, a ratos, emocionante tambien. Hablo, entre otras cosas, de su homosexualidad, de la muerte de su novio (del que se enamoro al verlo en primera fila de uno de sus propios conciertos) y del famoso incidente de los baños publicos, de todo ello de una forma muy cabal y elegante
Esta noche tuve una pesadilla. Soñe que estaba en una tienda (Mango, para mas señas) con Luis y Kadine, una compañera de trabajo. Mientras estabamos dentro, sonaba una alarma y teniamos que evacuar el edificio. Al salir a la calle, esta estaba completamente llena de gente, desconcertada y andando de un lado para otro. De repente, oimos algo y todos nos quedamos quietos mirando hacia el cielo, de donde empezaron a caer una especie de meteoritos (aunque nosotros sabiamos que era un ataque terrorista), que me (nos) habria(n) matado de no ser porque, como no, me desperte justo en ese momento. Y ya despierto, todavia recordaba exactamente como me habia sentido momentos antes de mi final. Y era escalofriantemente real.
Mañana tengo tantas cosas que hacer...
Nunca escarmiento. Solo a mi se me ocurre ir de compras a Oxford Street un sabado. Es absolutamente la zona a evitar, especialmente los fines de semana. Es imposible dar mas de tres pasos seguidos sin tropezar con alguien. Lo mas crudo de esta ciudad, las aglomeraciones de gente que se producen en ese lugar y tiempo, y el absoluto caos circulatorio que produce, sea a pie, en coche, bus o metro. Para comprar una bolsa y cortarme el pelo, cuatro horas.
La tienda Apple es una maravilla, un lujo para los sentidos. Creo que se acabara convirtiendo en un punto de referencia de la ciudad y en una atraccion turistica. Igual que la gente visita Harrods o Hamleys, tambien ira a partir de ahora a este paraiso de la marca de la manzana. Estaba a tope, y vendian iPods como churros.
En la cena del sabado estuvimos los de la casa (Ana, Luis y yo), Jorge y otra Ana, compañera de trabajo de la nuestra. Cenamos berenjenas y lentejas (bueno, yo no, que soy de los que las deja), y bebimos mucho vino, tanto como para pillar una de esas borracheras cuyos efectos secundarios duran dos dias como minimo. Como siempre, debate Chico y Chica si, Chico y Chica no, lo cual me sirvio otra vez como excusa para pincharlos, por aquello de que los nuevos pudieran decidir, jeje. Algo parecido con Les Biscuits Sales. Y mucho Mecano, que para todos definitivamente si.
A pesar de la resaca, el domingo otra vez a cenar, esta vez con algunos de mis compañeros de trabajo. Luis tambien vino. La cosa no funciono, porque ellos y nosotros estamos en longitudes de onda completamente diferentes. La mayoria de las conversaciones y anecdotas eran igualitas a las de una cena de tercero de BUP, solo que cuando estabas en tercero de BUP tenian gracia y ahora ya no. Contar la anecdota-mentira-leyenda urbana del dia que tu madre te pillo vomitando la borrachera en casa, le decias que habias tomado una cerveza y te habia sentado mal, y ella tragaba, como que ya no viene al caso. Y encima en esta version era una cocacola. Pues asi todo el rato. Y despues de la cena, a recorrer las frias calles de Londres sin rumbo fijo decidiendo adonde ir. Una de las contadas ocasiones en mi vida en las que he sido de los primeros en irse para casa.
Ayer vi un documental sobre George Michael. Fue muy interesante, y, a ratos, emocionante tambien. Hablo, entre otras cosas, de su homosexualidad, de la muerte de su novio (del que se enamoro al verlo en primera fila de uno de sus propios conciertos) y del famoso incidente de los baños publicos, de todo ello de una forma muy cabal y elegante
Esta noche tuve una pesadilla. Soñe que estaba en una tienda (Mango, para mas señas) con Luis y Kadine, una compañera de trabajo. Mientras estabamos dentro, sonaba una alarma y teniamos que evacuar el edificio. Al salir a la calle, esta estaba completamente llena de gente, desconcertada y andando de un lado para otro. De repente, oimos algo y todos nos quedamos quietos mirando hacia el cielo, de donde empezaron a caer una especie de meteoritos (aunque nosotros sabiamos que era un ataque terrorista), que me (nos) habria(n) matado de no ser porque, como no, me desperte justo en ese momento. Y ya despierto, todavia recordaba exactamente como me habia sentido momentos antes de mi final. Y era escalofriantemente real.
Mañana tengo tantas cosas que hacer...
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