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La próxima actualización será el jueves 1 de septiembre.

Hasta entonces.

Siniestro total

"Crash" es el poco original título (aún está bastante reciente la de David Cronenberg) de la película que he ido a ver hoy. El guión y la dirección son de Paul Haggis, guionista también de "Million Dollar Baby", y el amplio reparto incluye, entre otros, a Sandra Bullock, Don Cheadle, Matt Dillon, Brendan Fraser, Ryan Phillippe y el rapero Ludacris. Se trata de una película coral que se puede incluir dentro de ese subgénero que tanto me gusta que se podría denominar de "vidas cruzadas" (así tituló Robert Altman una de sus particulares visiones del género), es decir, se nos presentan historias y personajes aparentemente independientes cuyas vidas y situaciones se acaban interconectando entre sí, normalmente a través de la coincidencia (alguna quizá un poco forzada, en este caso). En este y en otros muchos aspectos, "Crash" me recordó mucho a "Magnolia", una película que me gusta mucho. Pero es que esta es todavía mejor.

Si "Magnolia" tenía momentos realmente emocionantes, viendo "Crash" eché de menos, más que un paquete de pañuelos, una máscara de oxígeno. Y no sé si seré exagerado o quizá demasiado propenso al llanto fácil, pero hay unas cuantas escenas que me dejaron profundamente sobrecogido. Sobre todo una, con un accidente de coche, Matt Dillon y Thandie Newton como protagonistas. Estos dos personajes se encuentran por segunda vez en la película, en unas circunstancias completamente diferentes a la de la primera, y todo lo que sucede es de tal intensidad dramática que me dejó completamente paralizado en la butaca. Y muy conmocionado y emocionado. Y hablo de emoción real, no de trucos fáciles para incitar al llanto. Tanto fue así que tardé varios minutos en recomponerme y recuerdo en una especie de nebulosa la escena inmediatamente posterior. Al salir del cine, Luis dijo que había pensado que me iba a dar algo.

Hay mucho más. Otro de los grandes méritos de esta pequeña obra maestra es cómo nos hace implicarnos no solo emocional, sino también moralmente en ella. Al principio parece que la historia va a estar centrada en las luchas, odios y prejuicios que se producen entre los distintos grupos raciales de la ciudad de Los Ángeles. No tardamos mucho en darnos cuenta de que va más allá de eso. Nos invita a plantearnos si realmente son tan claros los límites entre lo que moralmente es aceptable o no, entre "lo bueno" y "lo malo", nos conduce a hacer juicios de valor (a veces sorprendentes) sobre comportamientos y discursos racistas, sobre si realmente el destino juega una parte fundamental en nuestras vidas, sobre si una persona es buena o mala por naturaleza o si no seremos más bien figuras poliédricas capaces de actuar de formas incoherentes, impensables o imprevisibles enfrentados a distintas situaciones. Todo el mundo es capaz de lo mejor y de lo peor, no hay blanco y negro, no existen caracteres puros, sino personalidades intrincadamente complejas. En menos de dos horas somos capaces de identificarnos con el ángel y también con el diablo. Como en la vida real.

La incoherencia, lo inestable de los pensamientos, la inseguridad personal, cosas de las que he hablado aquí varias veces, con las que me identifico y que defiendo, todo está ahí. Quizá por sugerir algo tan cercano a mí visión de las cosas ha conseguido "Crash" embaucarme y maravillarme. Si bien el resto de los aspectos no flojea especialmente, creo que nos encontramos ante una película eminentemente "de guión", que es simplemente soberbio. Todos los actores están bien, aunque si tuviera que destacar a alguien sería, por el lado positivo, a Matt Dillon, impresionante, y, por el lado negativo, a Sandra Bullock, que no es que lo haga mal, pero pensé que iba a tener una inmejorable oportunidad para lucirse y demostrar que realmente es una buena actriz, y no pasa del aprobado.

En España no se estrena hasta el 2 de diciembre. Hasta entonces, para los curiosos, pongo a continuación los enlaces habituales, mientras yo intento volver a mi ritmo cardíaco normal.

> Web de "Crash".
> "Crash" en IMDb.

Mi hermana pequeña

El viernes pasado terminó la quinta edición del "Big Brother" británico, en la que, en una muy apretada votación, Anthony, "el guapo" (a la izquierda, véase su cara de dibujo animado japonés) se impuso a Eugene, "el friki", nuestro favorito. Sin embargo, en un alarde de justicia poética, éste consiguió llevarse exactamente el mismo premio que el ganador, £50000 (unos 73500 euros), gracias a una especie de juego-apuesta de última hora que sería un poco largo y aburrido explicar.

Por lo demás, este año el programa fue en general de lo más anodino y soporífero, nada que ver con la edición anterior, espectacularmente divertida y emocionante, en la que ganó Nadia, una transexual portuguesa. En cualquier caso, aquí "Big Brother" no es tan intensivo como en España, y en Channel 4 se conforman con emitir un par de resúmenes diarios y un programa especial los viernes, lejos de la saturación española en la que toda la programación de Tele 5 gira en torno a él, y eso hace que sea bastante más llevadero.

Imagen y sonido

En Channel 4 tienen la feliz costumbre de, de vez en cuando, estrenar en exclusiva vídeos musicales de una cierta relevancia. Y no es que lo hagan como parte del contenido de un programa específico dedicado a la música, sino que el estreno del vídeo es un espacio en sí. Por ejemplo, esta noche a las diez han puesto un muy instructivo (en serio) documental sobre los humildes orígenes de Britney Spears, a la que han pintado como una paleta de Louisiana, y a las once y cinco venia el clip en cuestión.

Si en anteriores semanas los elegidos fueron los nuevos vídeos de Oasis ("The Importance Of Being Idle"), Gorillaz ("DARE") y Coldplay ("Fix You"), esta noche le ha tocado el turno al esperadísimo regreso de Franz Ferdinand. La canción se titula "Do You Want To", y es indudablemente pegadiza, simple y directa, pero no me ha parecido que esté a la altura de la mayoría de sus predecesoras. Bien es cierto que esto no es más que una precipitada opinión tras haberla escuchado tan solo dos veces, y que deberé hacerlo más hasta pronunciarme definitivamente, pero ahí queda mi primera impresión. Eso sí, lo que es el vídeo es francamente divertido y recomendable.

No sé si ya se habrá empezado a radiar en España, pero si no es así y a alguien le pica mucho la curiosidad, se puede escuchar un pequeño fragmento de la canción en la página web de la emisora londinense Xfm, donde me imagino que además empezarán a pincharla con bastante frecuencia a lo largo de su programación, que también se puede escuchar online.

Perdido en mi habitación

Me ha parecido realmente emocionante y conmovedor el vídeo de "Black And White Town", de los ingleses Doves, complemento perfecto para una más que brillante canción. Un inquietante reflejo de la teenage angst y de la desolación de vivir en una (sub)ciudad en blanco y negro. Un diez.

> Enlace a "Black And White Town" (Doves).

Eurodisco

Una nueva ley permitirá que, a partir del 24 de noviembre, sea legal vender bebidas alcohólicas en Inglaterra y el País de Gales las veinticuatro horas del día. Hasta ahora, los tradicionales pubs ingleses tenían legalmente fijada su hora de cierre en las 11 de la noche, y en tiendas y clubs no se puede vender alcohol a partir de una determinada hora (no recuerdo exactamente cuál es en ninguno de los dos casos).

La novedad más importante, pues, es que los pubs podrán permanecer abiertos más allá de las 11, hora en la que normalmente la única alternativa para los que quieren "seguir la fiesta" es dirigirse a un club, en los que normalmente hay que pagar entrada y los precios de las bebidas son bastante más altos, si cabe, de lo normal. Pero yo creo que, además, puede suponer un cambio en los hábitos de ocio.

Parezca o no un anacronismo, lo cierto es que el temprano "toque de queda" obliga a que la gente adelante la hora de salir con respecto a lo acostumbrado en países como España. Durante la semana, no es extraño que los pubs empiecen a llenarse a las 6 o 7 de la tarde, y los fines de semana se suele quedar a las 9 o las 10, para aprovechar las horas en las que están abiertos, para luego dirigirse al local en el que uno tiene pensado pasar el resto de la noche.

En mi grupo de amigos de España cada vez se solía quedar más tarde, las últimas veces había incluso gente que "bajaba" a las 12 de la noche o 1 de la mañana. Nunca fui muy partidario de esta costumbre, siempre me he preguntado qué es lo que les impulsaba a retrasar cada vez más la hora, ni que hubiera algo que hacer un viernes o un sábado a las 9 o 10 de la noche que impidiera inexorablemente salir de casa (a no ser que uno sea muy aficionado al fútbol). Normalmente lo que se consigue es pasarse media noche en busca de un local abierto y llegar a casa a escandalosas horas matutinas que hacen que las resacas arruinen la mayor parte del día siguiente. Siguiendo las costumbres de aquí, puede uno levantarse a una hora decente y estar más o menos recuperado de los excesos del día anterior, e incluso ir a trabajar tras una noche loca manteniendo el tipo tras, al menos, haber dormido la horas reglamentarias.

Que conste que suelo estar a favor de la liberalización de horarios, porque suelen ir más en beneficio que en perjuicio de los consumidores. Lo único que temo es que esta nueva normativa traiga consigo cambios radicales en cuanto a las mencionadas rutinas autóctonas. Creo que este no es un aspecto en el que me apetezca especialmente europeizarme. Palabra de eurocero.

Tres por tres

A pesar de una cierta decepción inicial, creo que 2005 está siendo un año repleto de discos más que interesantes. Y no se vayan todavía, aún hay más, porque están previstos varios lanzamientos que espero con auténtica ilusión, por ser de algunos de mis artistas favoritos. En los próximos meses verán la luz, entre otros, los nuevos álbumes de Franz Ferdinand, Madonna y Depeche Mode.

Tras convertirse en el grupo revelación del año pasado, y obsequiarnos con hits como "Take Me Out", "Michael" o "The Dark Of The Matinée", los escoceses Franz Ferdinand se han dado prisa en componer la continuación a su álbum de debut. El nuevo disco, que en principio no iba a tener título pero que parece que finalmente se llamará "You Could Have It So Much Better... With Franz Ferdinand", saldrá a la venta el 3 de octubre, y estará precedido por el single "Do You Want To", que se publicará el 19 de septiembre, o sea, dentro de nada. Esperemos que estén a la altura de las expectativas despertadas. Por lo de pronto, a mí la portada me parece preciosa, más que digna sucesora de la ya icónica de su debut.

De lo nuevo de Madonna se conocen menos detalles. Sí se sabe el título del álbum, "Confessions On A Dancefloor" (para mí, horrible), y de su primer single, "Hung Up", que está producido por Stuart Price, aka Jacques LuCont (Les Rythmes Digitales, Zoot Woman...). También se dice que habrá una canción de homenaje a Nueva York (imaginativamente titulada "I Love New York"), que los rumores de las presuntas colaboraciones de Gwen Stefani y Christina Aguilera parecen ser finalmente falsos y que la mayoría de las canciones estarán orientadas hacia la pista de baile, como el título del disco indica. Ah, y no falta el habitual comentario de que "tal vez nos encontramos ante su mejor trabajo". Claro, no lo van a vender como el peor... Las incógnitas se despejarán el 17 de octubre, fecha de estreno del single, y el 15 de noviembre, que será cuando se publique el álbum.

Y, finalmente, "Playing The Angel" es el anunciado título de regreso de los británicos Depeche Mode, su primer álbum desde "Exciter" (2001), que saldrá a la venta en octubre, sin haberse confirmado aún la fecha concreta. Harán una amplia gira de presentación por Estados Unidos y Europa, y ya hay muchos lugares en los que se han agotado las entradas. El disco contará con doce canciones, está producido por Ben Hillier y dicen que es menos "calmado" que sus trabajos anteriores. El sencillo de adelanto se titula, en este caso, "Precious".

O sea, que si alguien pensaba cerrar prematuramente sus listas con lo mejor del año, que se lo piense dos veces. Independientemente de la hipotética calidad de los álbumes en su conjunto, nos encontramos ante tres artistas con indudable habilidad para ofrecernos grandes canciones.

Más información en sus respectivas páginas web.

> Web de Franz Ferdinand.
> Web de Madonna.
> Web de Depeche Mode.

Voy a perder el miedo

El miércoles fui con Luis a ver una (supuesta) película de terror llamada "Shallow Ground". La cartelera en verano no es que esté para dar saltos de alegría, así que nos decidimos por esta porque nunca está de más ver "una de miedo" y porque la premisa argumental resultaba, al menos, ligeramente prometedora: un joven desnudo cubierto de sangre aparece en una remota oficina del sheriff un año después del brutal asesinato sin resolver de una joven del lugar.

Es que no sé ni por donde empezar. Un buen comienzo podría ser decir que nos hallamos ante un bodrio de dimensiones inconmensurables y candidato de lujo al hipotético premio a la peor película que haya visto jamás en una sala de cine. Hay veces que cuando me planteo criticar algo, me lo pienso dos veces y conscientemente me corto un poco, porque siempre tiendo a ponerme en el lugar de quien lo ha hecho, o, dicho de otro modo, pienso en cómo me sentaría a mí que alguien se explayara descalificando algo que yo hubiera creado. Pues, lo siento, pero en este caso es imposible, no cabe en mí misericordia alguna, porque lo de este director (a la par que guionista, un tal Sheldon Wilson) es, como diría Carlos Pumares, para fusilarlo al amanecer.

El único momento escalofriante de "Shallow Ground" se produce a los dos o tres minutos de empezar, cuando YA te das cuenta de lo mala que es (o va a ser) y un sudor frío te recorre al pensar que todavía te queda una hora y media por delante. Los despropósitos no tienen fin:

- la música y los efectos de sonido son tópicos, estridentes y excesivos, perdiendo el completo el importantísimo papel que suelen jugar en una película de este género.
- los fallos de raccord, algo que por lo menos a mí siempre me suele pasar inadvertido, son, en ocasiones, espectaculares. El más llamativo e inverosímil es que el joven protagonista (por llamarle de alguna forma, ningún personaje lleva en ningún momento el peso de la historia) cuando corre de espaldas por el bosque está claramente desnudo, mientras que cuando lo enfocan de frente lleva un slip (!).
- los actores, en su gran mayoría desconocidos (y veo difícil la remontada), lo hacen tan mal y están tan sobreactuados que parece mentira, y aunque es verdad que interpretar un guión así no debe de ser tarea fácil, cuesta creer que no se hubiera podido encontrar a nadie mejor.
- es cutre hasta decir basta, y vale que el amateurismo siempre ha sido un fenómeno muy extendido en el cine de terror, pero hoy en día parece injustificable no tener un mínimo de calidad técnica, ahora que los formatos digitales y la informática lo han puesto al alcance de prácticamente cualquiera. No creo que sea de recibo hacer una peli de serie Z en 2005.
- el guión es probablemente lo peor de todo. No tiene ni pies ni cabeza, los personajes poseen la misma profundidad que un canto rodado, el argumento es un sinsentido, carente de la más mínima lógica. No se da ningún tipo de respuesta, no hay causas para lo que "sucede", en ningún momento se explica el porqué de las cosas, aunque es verdad que llega un momento en que ni siquiera te interesa lo más mínimo.

Ante todo esto, lo único que queda es tomárselo con humor, y Luis y yo vaya si nos lo tomamos. Fue salir del cine, ponernos a comentar algunas escenas y empezar a reírnos a carcajadas sin poder parar. Y es que hay mucha punta que sacar, no cabe duda. Estoy seguro de que si nos encargaran el comentario de los extras del DVD podríamos elaborar un número cómico más que aceptable. Hay escenas que, por absurdas e inverosímiles, parecen sacadas de "Scary Movie". Y esto me llevó a plantearme algo que ya me rondó varias veces por la cabeza mientras estaba en la sala: tal vez el director la había hecho en clave de humor y nosotros, torpes e ignorantes, nos la habíamos tomado en serio. Pero buscando por la red, me encontré, aparte de con algunas sorprendentes buenas críticas (y también muchas más en línea con la mía), con unas declaraciones del autor que decían algo así:

"Pretendía hacer una película como 'El exorcista', 'El resplandor' o 'La cosa', que iban más allá de saber simplemente quién sería el siguiente en ser asesinado, y eran dramas realmente aterrorizadores".

Pues sí, al parecer no se quedó corto en aspiraciones, y, horreur, la peli la hizo en serio (como se puede comprobar en más declaraciones suyas).

Llegados a este punto, alguien puede pensar que quizá el terror no es un género por el que sienta predilección, de ahí mi acritud, y no es así en absoluto. Dejando a un lado los clásicos, suelo ser capaz de disfrutar en parte o en su totalidad de películas contemporáneas "menores", o de todos esos clichés parodiados con tanto acierto en la saga de "Scream". No, esto es mucho peor, aquí no hay nada de eso. Ignoro si está película se ha estrenado o va a estrenarse en España, pero rogaría encarecidamente a algún lector que se hiciera con ella, la viera y me comentara si realmente "es para tanto"

Para terminar, no puedo dejar de transcribir las dos frases con la que termina "Shallow Ground", que son un perfecto resumen de todo lo expuesto. Qué personajes las pronuncian o en qué situación es secundario, de verdad. Estas son las palabras finales:

- So... now, what?
- I don't know.

> "Shallow Ground" en IMDb.
> Web oficial de la película.

Amnistía robótica

Cinco razones por las que he decidido darle una segunda oportunidad a "Human After All", el álbum de Daft Punk que prácticamente masacré en esta entrada:

1. Uno de los grupos de moda, LCD Soundsystem, les dedican una canción ("Daft Punk Is Playing At My House"), y los citan en otra ("Losing My Edge", en la que dicen: "I was the first guy playing Daft Punk to the rock kids"). Algo tendrán.

2. El "cerebro house" del dúo, Thomas Bangalter ha colaborado con gente como Roger Sanchez, Bob Sinclar, Phoenix, The Avalanches, Armand Van Helden o Air, además de haber compuesto la banda sonora de la película "Irreversible" y ser el responsable de himnos como "So Much Love To Give" (junto a DJ Falcon) o "Music Sounds Better With You" (en su proyecto Stardust, con Alan Braxe y Benjamin Diamond).

3. Aportan anticonvencionalismo al panorama musical, hacen lo que les da la gana y sus fans me suelen caer bien (bueno, esto son tres razones en una).

4. No hago más que leer y comprobar lo influyentes que han sido en Hard-Fi (reconocido por ellos mismos), algo aún más destacable teniendo en cuenta que los británicos no son un grupo precisamente electrónico, sino más bien de pop-rock al uso. Lo cierto es que en "Hard To Beat" veo constantes guiños a "One More Time" (otros la asocian a "Music Sounds Better With You"), y el principio del nuevo single, "Living For The Weekend", es como un "Around The World" de tapadillo.

5. Sus dos primeros álbumes, para qué nos vamos a engañar, eran magníficos, y lo que para mí es un tropezón ("Human After All") no debe enturbiar esa realidad.