La cartilla Rubio
Se me había pasado en muchísimas ocasiones por la cabeza la idea de llevar una libretita en mis salidas nocturnas para evitar que los excesos etílicos anularan en parte (o en su totalidad) mi cada vez más torpe memoria. Pues bien, el pasado viernes hice una prueba piloto, y mi primera e imprevista conclusión es que no estaría mal apuntarme a un curso de criptografía para conseguir descifrar mi nuevo y peculiar estilo caligráfico.
Jajaja tio, eso es muy friki. La imagen de una persona medio borracha intentando apuntar el último chiste que le han contado o el último pensamiento que le ha venido a la cabeza para un post es un poco surrealista. Yo lo mas parecido que hice una vez fue ir a un concierto de Glamour to Kill con una libretita para apuntar detalles y después poder hacer una crónica que me habían encargado, y la gente me miraba muuy pero que muuy mal.
pues me parece que es una mala idea... si apuntas lo que sucede van a suceder menos cosas.. yo creo que debes de preguntar a la gente con la quesales por lo que ha sucedido esa noche en cuestion!es guay comentarlo... y si sales conmigo te lo diria todo, que yo me acuerdo de todo!
alvarin!
He sido el visitante 12000. ¿Tienes algo preparado para estos casos?
A ver, que tampoco se trata de sacar la libreta cada cinco minutos, pero sí me gustó ver al día siguiente cosas que sé que no habría recordado. Yo hace diez años me acordaba de (casi) todo, ahora se me olvidan muchísimas cosas.
Lo de comentarlo está muy bien, pero hay qué ver la cara de tonto que se te queda cuando alguien habla de algo de la noche anterior de lo que tú no tienes ni el más mínimo indicio de que haya sucedido.
OK, Álvaro, como en las pelis, mañana por la mañana a primera hora quiero un informe con pelos y señales de la noche que salimos juntos en Madrid, que tengo unos "blackouts" que ni te cuento, jeje.
Para el visitante 12000 el premio es la satisfacción personal de haber contribuido a alcanzar tan redonda cifra. O sea, nasti de plasti :P.
Publicar un comentario
<< Home