<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d8944077\x26blogName\x3deurocero\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLUE\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://eurocero.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des_ES\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://eurocero.blogspot.com/\x26vt\x3d5957549280494244921', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>

domingo, abril 03, 2005

Mi vida en un fin de semana

Anoche fuimos al cumpleaños de Rebeca. Primero cenamos en una pizzería del Soho que tiene la bonita particularidad de que dos músicos de jazz te amenizan la velada mientras estás comiendo. Luego el plan era ir a The Cross, pero finalmente nos fuimos al Heaven, por decisión de parte del sector masculino. Allí, mucho bailoteo y diversión, poco ligoteo (lo mejor, Alberto, diciéndome: "Haces bien, no me gusta para ti", tras darle yo calabazas a un ligue potencial), y me volví a encontrar a Delroy, un ex-compañero de mi anterior trabajo al que veo a menudo en diferentes e insospechados lugares. Y mira que es grande Londres. Tras el Heaven, cuatro valientes supervivientes decidimos irnos a un after, el Beyond. No sé qué me pasa a mí con los afters, que nunca me lo paso bien. Siempre me parece buena idea de antemano y soy el primero en apuntarse, pero luego, nada más entrar por la puerta, estoy deseando irme. Por lo menos, el Beyond me queda cerca de casa, así que, tras poco menos de una hora allí dentro, me fui, andando, y en veinte minutitos ya estaba metido en cama. Y hoy, típico día de vegetal de sofá, intentado sobreponerme a un cansancio que me anula y que casi hace que hoy no escribiera nada.

Publicar un comentario

<< Home