Un poquito de por favor
Hay una lista de correo a la que estoy suscrito que se llama Popbitch (los interesados pueden apuntarse en popbitch.com, es en inglés, advierto), que va de cotilleos y rumores bestias, bestias (generalmente acerca de sexo y sus variadas perversiones) sobre famosos. Es de lo más irreverente que yo he leído jamás (novelas de Dennis Cooper aparte), y también suele incluir chistes de esos que a mucha gente nos hacen gracia pero que no nos atrevemos a contar más que a los más intimísimos por rozar o profundizar en el más absoluto más gusto (los más recientes han sido sobre el tsunami, el Papa o Michael Jackson). Hasta me da pudor reproducir alguno aquí para que no me tachen de retorcido.
Una de sus secciones más interesantes es la de enlaces a otras páginas, como los siguientes:
- Ateos célebres, donde descubrimos que no creen o creían en lo divino personajes tan variados como Woody Allen, Björk, John Carpenter, Fidel Castro, Noam Chomsky, David Cronenberg, Brian Eno, Dario Fo, Jodie Foster, Bill Gates, Jean Luc Godard, Rachel Griffiths, Katharine Hepburn, Mike Leigh, John Malkovich, Shirley Manson, Mike Mills, Jack Nicholson, Sebastião Salgado, José Saramago, Robert Smith o Steven Soderbergh. También hay sección de agnósticos y "ambiguos".
- Para los orgullosos de fumar o aquellos que no podemos dejarlo, en Fakefags hay a la venta un montón de artículos relacionados con el tabaco. Para mí lo más divertido son las pegatinas para poner encima de las famosas "esquelas" que vienen en las cajetillas, con mensajes como: "Mañana te podría atropellar un autobús", "Vive deprisa, muere joven", "Si dejas de fumar, engordarás", "Fumar es guay", "Por lo menos no fumo crack", "De algo hay que morir", "No pasa nada, no estoy embarazada" o "Mi abuelo fuma 40 al día y tiene 93 años".
- Y para todos aquellos que siempre quisieron adoptar un tejón, pero nunca supieron cómo, en esta página está la solución.
Como colofón, una pequeña anécdota personal. Anteayer cometí uno de esos errores de supermercado que consiste en comprar una cosa y descubrir en casa que no es ni lo que querías ni lo que habías pensado. Aproveché una oferta 2x1 de bolsas de patatas fritas, pensando que eran "normales", pero no, ahora tengo cuatro bolsas de patatas con sabor a pollo asado, cuatro con sabor a queso y cebolla y cuatro con sabor a cóctel de gambas. Las de pollo y las de queso y cebolla saben mal, vale, pero las de cóctel de gambas son asquerosas y nauseabundas. Que a mí el cóctel de gambas me gusta, pero, ¿patatas con sabor a eso? ¿A quién se le ha ocurrido? La curiosa y surrealista definición de Luis fue que "saben como si se te hubiera caído un cucurucho de patatas fritas en la lonja de La Coruña y las hubieras vuelto a recoger". La mía no la digo, una vez más, por decoro (y por no molestar al público femenino). ¡Argh!
Una de sus secciones más interesantes es la de enlaces a otras páginas, como los siguientes:
- Ateos célebres, donde descubrimos que no creen o creían en lo divino personajes tan variados como Woody Allen, Björk, John Carpenter, Fidel Castro, Noam Chomsky, David Cronenberg, Brian Eno, Dario Fo, Jodie Foster, Bill Gates, Jean Luc Godard, Rachel Griffiths, Katharine Hepburn, Mike Leigh, John Malkovich, Shirley Manson, Mike Mills, Jack Nicholson, Sebastião Salgado, José Saramago, Robert Smith o Steven Soderbergh. También hay sección de agnósticos y "ambiguos".
- Para los orgullosos de fumar o aquellos que no podemos dejarlo, en Fakefags hay a la venta un montón de artículos relacionados con el tabaco. Para mí lo más divertido son las pegatinas para poner encima de las famosas "esquelas" que vienen en las cajetillas, con mensajes como: "Mañana te podría atropellar un autobús", "Vive deprisa, muere joven", "Si dejas de fumar, engordarás", "Fumar es guay", "Por lo menos no fumo crack", "De algo hay que morir", "No pasa nada, no estoy embarazada" o "Mi abuelo fuma 40 al día y tiene 93 años".
- Y para todos aquellos que siempre quisieron adoptar un tejón, pero nunca supieron cómo, en esta página está la solución.
Como colofón, una pequeña anécdota personal. Anteayer cometí uno de esos errores de supermercado que consiste en comprar una cosa y descubrir en casa que no es ni lo que querías ni lo que habías pensado. Aproveché una oferta 2x1 de bolsas de patatas fritas, pensando que eran "normales", pero no, ahora tengo cuatro bolsas de patatas con sabor a pollo asado, cuatro con sabor a queso y cebolla y cuatro con sabor a cóctel de gambas. Las de pollo y las de queso y cebolla saben mal, vale, pero las de cóctel de gambas son asquerosas y nauseabundas. Que a mí el cóctel de gambas me gusta, pero, ¿patatas con sabor a eso? ¿A quién se le ha ocurrido? La curiosa y surrealista definición de Luis fue que "saben como si se te hubiera caído un cucurucho de patatas fritas en la lonja de La Coruña y las hubieras vuelto a recoger". La mía no la digo, una vez más, por decoro (y por no molestar al público femenino). ¡Argh!
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