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sábado, abril 09, 2005

Yo me abro

Si el otro día ver "La hoguera de las vanidades" me provocó una gran decepción, la revisión (tercera, creo) de "Abre los ojos" ha supuesto mi reconciliación definitiva con esta película. Ya por la mitad me di cuenta de que me había engañado a mí mismo y a los demás cuando decía que era una película que no me gustaba porque no me la creía, en gran parte porque la resolución me resultaba muy traída por los pelos. Algo de eso había, pero he de matizar para mayor fidelidad: era un película de la que me gustaba todo excepto el final.

Pero es que después de volver a verla ayer, ya todo me convence plenamente, me parece redonda y brillante. Y ya trago con lo de la crionización (¿se dice así o se dice "criogenización"?, siempre he tenido esa duda desde la primera vez que la vi) y con toda la explicación final. Y además, está esa fabulosa escena onírica en Torre Picasso, un edificio que me encanta, con las torres Kio de fondo (las torres muy bonitas también, aunque pierden mucho por los colores y por el pegote de Cajamadrid).

Más cosas que me gustaron y alegraron: esa dos actrices tan odiadas por muchos y que yo ya defendí en su día (véase esta entrada): Penélope y Najwa, Najwa y Penélope. Ambas magníficas, una tan natural, la otra tan inquietante, en algunos momentos de la película entremezclándose como manda la historia, a veces hasta confundiéndose sus voces, utilizando el mismo tono... Penélope comiéndose con patatas a Eduardo Noriega en la escenas compartidas, él esforzándose por parecer actor, ella tan buena actriz que parece una persona real.

Porque lo más negativo, de lejos, de "Abre los ojos" son dos actores que, para mí, son de los peores del cine español, con permiso de Liberto Rabal y Jorge Sanz: Eduardo Noriega y Fele Martínez. No me los creo nada, y creo que muchas veces ni ellos se creen la suerte que han tenido de estar metidos en ese proyecto y en el anterior de Amenábar, aunque he de reconocer que Noriega va remontando un poco a medida que avanza el metraje, igual que creo que ha ido mejorando poquito a poco a lo largo de su carrera. No se puede decir lo mismo de Fele, que aquí, como sale poco, consigue casi salvarse, nada comparable al desastre de "La mala educación", donde firma una de las peores interpretaciones que jamás haya visto yo en el cine español (junto con Liberto Rabal en "Carne trémula" y Ernesto Alterio en "El otro lado de la cama"). Por cierto, qué bien dirige Almodóvar a las mujeres y qué mal a los hombres.

Dejando esto a un lado, reconozco, como ya he dicho alguna vez, que este es el Amenábar que a mí me encandila, que, no estando mal "Mar adentro", yo prefiero mil veces sus historias de suspense y terror a esta última faceta más convencional que nos ha mostrado. Que igual son historias más tramposas y con más gancho para incautos como yo, pero cómo disfruto cuando juegan conmigo, igual que lo hace M. Night Shyamalan en "El sexto sentido" (prima hermana de "Los otros") o "El bosque", o David Fincher en "The Game" (también familia de "Abre los ojos") o "El club de la lucha". Quiero que vuelvas, Alejandro.

Y acabo poniéndome reinvindicativo, porque muchas veces me molesta ver mis gustos despreciados por personas cuya idea de la cultura sólo pasa por la cultura "elevada", por el cine de arte y ensayo, por la lectura filosófica, por la música impregnada de cargas de profundidad. Defiendo mi derecho a que me gusten más las pelis de Amenábar que las de Kiarostami, a disfrutar del pop más hedonista y desenfadado, a poder compatibilizar "Gran hermano" con "Redes", y ataco el sectarismo y la doble moral (me irrita mucho escuchar críticas a programas de televisión por parte de gente que se excusa diciendo que los ha visto por casualidad, haciendo zapping, "porque yo normalmente ESO no lo veo").

Esto viene a cuento de algunas feroces críticas que he leído últimamente en algún blog con respecto a "El código DaVinci". Parece que este libro que se ha comprado medio mundo hay gente que sólo se lo ha leído de cabo a rabo para poder decir que es una mierda. Pues a mí me gustó, incluso mucho, y esa reacción automática hacia las cosas que es inversamente proporcional al éxito que consiguen me parece muchas veces irrespetuosa con los demás. A lo mejor ese es mi límite intelectual, y si lo fuera, no creo que haya nada malo en ello. Basta ya de no poder disfrutar de las cosas por lo que vayan a decir o pensar los demás, o por miedo a ser criticado. Yo pienso reivindicar siempre mis gustos por ridículos que parezcan, pase lo que pase, porque a estas alturas creo que ya no tengo por qué avergonzarme de nada y soy libre de disfrutar sin ataduras.

Hay que abrirse, abramos los ojos, la mente y todo lo que podamos.

Anonymous Anónimo

Amenábar! Amenábar!
Alguien lo conoce?
Que alguien me lo presente...
XD
Por cierto, soy yo el que, cada vez que se habla de Amenábar, sale ferozmente en su defensa.

Voy a recomendar una canción:

"Funky Town" by Lipps Inc.

Grandiosa canción que llenaba pistas de baile en 1979. Más recientemente formando parte de la banda sonora de Shrek 2. Como curiosidad, Lipps Inc. = Lip-synch = sincronización labial.
Atención a los utensilios de cocina utilizados como percusión.

Maravillosa.

Que viva el Disco!

11:06 a. m., abril 11, 2005  
Anonymous Anónimo

jops la verdad esque molesta mucho que la gente te judgue como vulgar o algo por los gustos que tienes.... por dios! pero bueno es humano pensar que a lo que a uno le gusta es lo bueno no se

7:45 p. m., abril 11, 2005  
Blogger eurocero

Tú más que cuando se habla de Amenábar, hablas cuando te lees mi blog, que es muy de vez en cuando. Vergüenza debería darte, jeje, aunque en tu favor está que es la primera vez que firmas. Como soy tan tiquismiquis con los títulos y esas cosas, te corrijo, la canción se titula "Funkytown", todo junto, y como ya sabes, en mi casa había el single original de esa canción, o sea que, por haberla tenido siempre tan presente, nunca me he fijado especialmente en ella, aunque reconozco que pegadiza es un rato.

Juzgar los gustos de los demás también es humano e inevitable, solo que hay gente que disfruta masacrando los ajenos y otra más discreta que discrepa menos ostentosamente (inclúyaseme dentro de estos últimos).

12:34 a. m., abril 12, 2005  
Blogger Mambotaxi

Ahi le has dado... has tocado uno de los temas que más ampollas levanta entre el círculo que me rodea, y es el de la doble moral en cuanto a gustos televisivos y/o musicales.
Estudio en una escuela en la que se supone un nivel cultural medio-alto, y no paro de oir comentarios del tipo "Lo que estamos viviendo ahora en Tv es comparable a los tiempos del franquismo", en alusión a que no tienes posibilidad de elegir otra cosa diferente a la "basura". En primer lugar, no creo que no tengas elección: nadie te obliga a ver la tele, puedes aprovechar que no te gusta lo que hay para leer, pasear, o hacer-lo-que-te-plazca (como durante el franquismo, si señor). Segundo, que esa actitud es consecuencia del querer aparentar, de lo que tu comentas ahi arriba "yo es que estaba haciendo zapping", pues esta mal visto por gente asi que veas ciertos programas y bien visto que hables mal de ellos.
Pues si señores, yo, estudiante de Cinematografía, con nivel cultural medio (aunque viendo a algunos que me rodean tirando a alto, diria yo), disfruto como un loco tanto con los grandes hermanos y las entrevistas marcianas como con el humor negro e inteligente.
Es mucho más fácil que todo eso: tan solo consiste en elegir lo que más te apetece hacer en cada momento. Soy lo que soy gracias a todo lo que he vivido, y eso incluye libros leidos, personas que me han influenciado, ideas propias y programas de TV vistos.
Basta ya de hipocresia barata propia de tertulia del Cafe Gijón!
Brevemente te digo que yo tb prefiero al Amenabar inquietante, que me encanto Abre los ojos (no encuentras paralelismos con "Desafio total" de Arnie???), que Kiarostami me produce un rechazo absoluto y que ningún GH como GH 3 (el de Inma Benalup Cazavieha).
¡¡Y vamos a abrirnos a todo, como bien dices!!!

10:35 a. m., abril 12, 2005  
Blogger eurocero

Uf, estoy de acuerdo con todo lo que dices. Efectivamente, ver la televisión es una opción personal, no es obligatorio. A la televisión pública, por aquello de que se financia en parte con los impuestos, puede que sí deba exigírsele tener un cierto contenido educativo, pero por supuesto también entretenimiento puro y duro, porque como decía su eslogan (no se si aún lo dice) es "la de todos". Y "todos" no son sólo los culturetas, sino también los abuelos o la gente con una educación más humilde a la que le importa tres pitos las cosas esas tan modernas y complicadas de las que habla Eduard Punset. Yo creo que la diversidad es la clave.

Es también verdad que hablar mal de ciertos programas o criticar ciertas cosas está bien visto, pero también lo es que muchos de los análisis de este tipo suelen ser superficiales y poco razonados, consecuencia de un pensamiento único. Como ya he dicho alguna vez, hay gente que no piensa, sino a la que "le piensan", pero expresar estos pensamientos ajenos que han tomado como propios les hace parecer superiores.

Yo también disfruto con programas de los más variados tonos o niveles. Mi serie favorita de los últimos años es "Six Feet Under" ("A dos metros bajo tierra"), pero en su día igual me gustaban tanto "Melrose Place" o "Al salir de clase". Son estilos completamente opuestos, pero igual de válidos, a mi parecer. No se puede criticar "Al salir de clase" como se oía a veces por que "no es realista", o "es demasiado enrevesada, esas cosas no suceden". Vamos a ver, es que el objetivo de una obra creativa no siempre es el mismo, los géneros existen desde hace siglos, y el estímulo intelectual o mental se puede conseguir partiendo de la bases más insospechadas.

Y lo que dices de que somos lo que somos gracias a todo lo vivido e ingerido es una de mis máximas personales. Y yo que me enorgullezco de tener un nivel cultural más que aceptable, he de decir que probablemente he dedicado tantas horas de mi vida o más a ver tele, todo tipo de tele, que a la lectura. Que sí, que de todo se aprende.

Esa es una de esas cosas que más admiro de Alaska, una persona que nunca se ha cortado a decir lo que le gusta, por "cutre" que sea o pueda parecer. Por eso me extraña que alguien como ella que ha reivindicado cosas como los culebrones o que lleva camisetas de Camela, sea igual de admirada por gente que se declara abiertamente contraria a todo este tipo de aparentes frivolidades.

Por cierto, yo acabé matriculándome un año en la carrera de Filosofía y leyendo libros de Nietzsche gracias a "El mundo de Sofía", una obra que mucha gente repudia por llevar ese marchamo de "libro para adolescentes". A mí conseguir hacer algo tan arduo como la filosofía accesible a todo tipo de público, y conseguir estimular el pensamiento propio en una edad en la que uno es tan permeable a todo tipo de cosas me parece digno del más alto elogio. "El mundo de Sofía", obra maestra absoluta.

Y, ya terminando, sí veo muchos paralelismos entre "Desafío total" (GRAN película para mí) y "Abre los ojos", con esas empresas vendedoras de sueños y dimensiones alternativas; "El sabor de las cerezas" es un horror que me gustaría que alguien me explicara (porque a lo mejor yo no la entendí y me estoy perdiendo algo interesante) y GH3 ya me pilló aquí y no lo vi, pero te puedo asegurar que el último Big Brother inglés fue simplemente alucinante, el mejor que he visto nunca.

Y, coño, que desde que comentas tú, me quedan a mí unos comentarios más largos que las entradas. Un placer.

12:51 a. m., abril 13, 2005  
Blogger Mambotaxi

Jeje eso es bueno no?

6:56 a. m., abril 13, 2005  

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