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martes, mayo 31, 2005

Palabras sin nombre

Cuando yo era pequeño había un programa concurso que me gustaba mucho, que se titulaba "Todo queda en casa". Lo presentaba el actor Pedro Osinaga y consistía en que dos equipos formados por miembros de una misma familia tenían que adivinar cuáles eran las respuestas más populares que el público había dado en una encuesta a preguntas de diverso tipo. Este formato, muy popular en Estados Unidos y en Europa, no llegó a cuajar en España, y el programa no duró mucho en antena.

Pero por lo que más recuerdo "Todo queda en casa" fue por un incidente que sucedió un día. La pregunta que se formulaba era algo así como "palabras que se utilizan para insultar a una persona". Creo que recordar que algunas de las correctas eran "tonto", "idiota", "imbécil" y "gilipollas", Todo muy jocoso y distendido, hasta que a uno de los concursantes se le ocurrió decir "subnormal". El presentador, muy serio, dijo que no sólo no estaba entre las respuestas más populares, sino que eso ni siquiera era un insulto. A pesar de todo, la familia de la que formaba parte ese señor resultó ganadora y volvió a concursar a la semana siguiente, en la que el programa empezó con una disculpa pública del concursante a quien se pudiera haber sentido ofendido por haber utilizado tal vocablo con ánimo de insulto.

A mí, siendo lo pequeño que debía de ser (no lo recuerdo exactamente), tal revuelo por una palabra me causó bastante estupefacción, y lo primero que se me ocurrió fue acudir al diccionario, como hago ahora:

tonto, ta. 1. adj. Falto o escaso de entendimiento o razón. 3. adj. coloq. Que padece cierta deficiencia mental.

idiota. 1. adj. Que padece de idiocia.

idiocia. 1. f. Med. Trastorno caracterizado por una deficiencia muy profunda de las facultades mentales, congénita o adquirida en las primeras edades de la vida.

imbécil. 1. adj. Alelado, escaso de razón.

gilipollas. 1. adj. coloq. Tonto, lelo

subnormal. 1. adj. Dicho de una persona: Que tiene una capacidad intelectual notablemente inferior a lo normal.

No veo yo una diferencia tan abismal entre los significados como para que unas se puedan utilizar alegremente y provoquen risas y la otra sea "pecado mortal". ¿No será que las palabras adquieren muchas veces el significado que los prejuicios de algunos les quieren dar? El otro día volví a oír algo similar: en Val do Dubra, un pueblo gallego, el alcalde llamó "subnormal" a un concejal nacionalista. El portavoz socialista presentó un escrito de protesta exigiendo que retirara el insulto "y pidiera disculpas públicamente, ya que supone un daño inmenso a las personas que, por desgracia, sufren alguna disminución psíquica". ¿Pero qué daño? ¿De qué está hablando? Lo siento, pero en algún momento de esta cadena lógica me he vuelto a perder.

A mí si hay algo que me llama la atención de esas declaraciones es ese "por desgracia". Como los subnormales son unos desgraciados, estos benefactores de la palabra reconvertidos a lingüistas crearon locuciones como "disminuidos psíquicos" para tratar de aliviar su sufrimiento. Siempre me ha parecido que detrás de los eufemismos hay un ansia de esconder algo o de negar la realidad: ¿por qué los ciegos se convirtieron en invidentes, los barrenderos en asistentes de limpieza o los negros en personas "de color"? ¿Es que hay algo de malo en ser ciego, barrendero o negro? Y es que además, en este tipo de cosas, los que menos se suelen sentir ofendidos son los aludidos

sábado, mayo 28, 2005

En el calor de la noche

Ando bastante liado de trabajo, y mañana haré un poco de vida social y saldré por ahí, así que aplazo el monográfico sobre mis canciones favoritas hasta el domingo. Me voy a cama ya, a ver si soy capaz de aguantar el bochornoso calor que nos ha invadido de repente. Son las doce de la noche y estamos a 24 grados, pero es que hay varios agravantes: mi habitación es una buhardilla, con la ventana en el techo, sin persiana o cortina, y a estas alturas del año amanece a las cuatro de la madrugada (lo juro), con lo cual mañana me levantaré con la misma sensación que si estuviera en una tienda de campaña en el camping de Benicàssim. A ver si no me derrito.

Aprovecho para comunicar que he cambiado mi dirección de correo electrónico. Aunque seguiré mirando la de Yahoo! por algún tiempo, me he mudado a Gmail, que permite acceso POP mediante un programa externo de correo (en mi caso el Mail de Apple) gratuitamente, algo que en Yahoo! (al menos en las direcciones que terminan en yahoo.com) se empeñan en seguir cobrando. Así que para cualquier comentario, queja, sugerencia, o lo que estimen oportuno, estoy disponible a partir de ahora en eurocero@gmail.com. Por cierto, que si a estas alturas alguien no tiene (y quiere) una dirección de correo de Gmail, con sus 2 gigas de capacidad, que me lo comunique, que sigo teniendo un montón para regalar.

jueves, mayo 26, 2005

El teléfono mató a la estrella de la música

Cuando en este espacio le dedico un monográfico a algo, sea una película, una canción, un disco, o cualquier otra cosa, es con propósito de elogio, al menos en la gran mayoría de las ocasiones. Pero hoy me veo en la obligación de hacer una excepción, porque he leído en el periódico una noticia que me ha dejado patidifuso. Resulta que todo apunta a que el próximo número uno de ventas de singles en el Reino Unido (que siempre se anuncia los domingos), superando incluso a "Speed Of Sound", el esperadísimo regreso de Coldplay, va a ser la "canción" más molesta que he escuchado en mi vida, y no sé si decir la peor: "Axel F" de Crazy Frog.

Resumiendo un poco, antes de entrar en detalles proporcionados por otras fuentes, se trata de la "adaptación musical" de un tono para teléfonos móviles que se ha hecho increíblemente popular por estos lares. El tono ya es sumamente molesto de por sí (en casa tenemos que cambiar de canal obligatoriamente cuando lo anuncian, y ahora en allmusic, página que visito a diario, te atormenta continuamente), y encima van y lo mezclan con una revisión bakala del tema principal de "Superdetective en Hollywood". Una cosa horrible, espantosa de verdad.

Pues no veas la historia que hay detrás. Esto es un resumen de lo que dice la Wikipedia al respecto:

- "Crazy Frog" es el título con el que se ha bautizado un tono para móviles basado en "The Annoying Thing" ("La Cosa Molesta"), un personaje de animación por ordenador creado por Erik Wernquist. "The Annoying Thing" es un anfibio antropomórfico que lleva un casco blanco de motorista, cazadora de cuero y gafas de aviador.

- En 1997, el sueco Daniel Malmedahl, de 17 años, creó el ruidito en cuestión, que, al parecer, imita los sonidos producidos por diferentes motores de combustión interna (?!). Cosas de la vida, se hizo enormemente popular y empezó a propagarse por internet: vía P2P, como acompañamiento de animaciones en Flash e incluso como virus. En 2003, el anteriormente citado Erik Wernquist se encontró con el sonido de marras, que le sirvió como inspiración para crear la animación de "The Annoying Thing".

- En 2004, la compañía alemana Jamba!, consiguió los derechos para la distribución de la animación y el sonido como tono para teléfonos móviles, haciendo una intensa campaña de promoción en televisión, internet, radio y prensa escrita, convirtiéndolo en el tono más reconocible y popular en el Reino Unido. Se comercializó con el nombre de "The Crazy Frog", en vez de utilizar el anterior. Se estima que Jamba! ha ganado unos 14 millones de libras (alrededor de 20 millones de euros) con el tono, siendo ya el más exitoso de toda la historia.

- En febrero de 2005, la emisión del anuncio provocó un gran número de quejas de los televidentes debido, por una parte, a que Crazy Frog tenía genitales, lo cual era inapropiado para el público infantil, y, por otra, a la gran frecuencia con la que el anuncio era emitido, normalmente dos veces por corte publicitario. Las quejas fueron desestimadas, señalándose que el anuncio no se pasaba en horario infantil (la legislación inglesa lo prohibe por contener un número de teléfono de tarifa "premium") y porque es un derecho del anunciante decidir la frecuencia de emisión.

- El 17 de febrero un grupo de productores denominado Pondlife anunciaron que Crazy Frog sería lanzado como single, con el título de "Ring Ding Ding". Pero se les ha adelantado el dúo alemán Bass Bumpers, con "Axel F", el tema que, salvo catástrofe, será número uno el domingo que viene.

Todo muy fuerte (y muy resumido). Curiosos y masocas pueden escuchar el engendro este, y ver su vídeo correspondiente, pinchando AQUÍ. Díganme que esto no ha llegado a España, y, por favor, no vale eso de "pues tiene su gracia", que, por lo menos a mí, no me cuela. Qué horror.

miércoles, mayo 25, 2005

Es tan vasto que da casi pereza

Estoy intentando aislarme de los medios de comunicación para no saber cuál ha sido el resultado definitivo de la final de la Copa de Europa, que pienso ver más tarde en diferido. A lo mejor esto suena a oportunismo, pero la verdad es que desde siempre el equipo británico que más me ha atraído ha sido el Liverpool, no sé por qué (la irracionalidad del fútbol, supongo), así que espero que sea el equipo inglés el que gane. No tiene nada que ver con las nacionalidades, tampoco me he hecho tan extremadamente anglófilo. Es que no soy de esos que siempre que juega una final un equipo español contra uno de fuera quiere que gane necesariamente el español. Yo quiero que gane el Madrid siempre, y después, el equipo que más simpático me resulte o que me diga más. En una final entre el Barcelona y el Liverpool me decantaría siempre por el segundo, igual que en una hipotética final de un concurso musical entre David Bisbal y los Pet Shop Boys, pongamos por caso, mi elección estaría clara. Que los españoles ganen por ser mejores, no por ser españoles.

(Glups. Acabo de oír un griterío que probablemente proviene de un pub que hay cerca de mí casa, así que igual ya me han chafado la final. Esto me pasa por no ser capaz de escribir escuchando música al mismo tiempo).

Pasando a otro asunto, sigo con mi eterno proyecto de organización de mi librería musical del iTunes, borrando lo que no me gusta, completando discografías y cosas así. A veces paso más tiempo haciendo esto que escuchando música propiamente, pero es que lo de la investigación y clasificación musical también es algo que me apasiona. Ahora se me ha dado por empezar desde la Z hacia atrás, y me he dado cuenta de algunas cosas:

- Me gusta bastante (tirando a mucho) el disco de Zwan, el grupo que montó Billy Corgan después de los Smashing Pumpkins. Aunque recibió bastantes críticas negativas en su día (es de 2003), casi todo lo que hace Corgan me gusta (curiosamente, de los Smashing, los álbumes que más me gustan son los dos últimos). A ver qué tal está el disco en solitario que va a sacar este año.

- De Zucchero me gustan dos canciones: una que se titula "Diavolo In Me", de 1986, y la horterada esa de "Baila Morena" (qué le voy a hacer), que es de 2002. El resto de su discografía, nada de nada. O sea, dos canciones en dieciséis años, vaya un promedio...

- El trip hop, salvando algunas cosas de Portishead, Tricky, Massive Attack, y poquito más, no me dice nada. Eso sí, es mi música favorita (aparte de Air, pero éstos sí me gustan) cuando quiero ponerme algo más o menos relajante antes de dormir. A tal efecto, he rescatado dos temas de Zero 7: "Destiny" y "Somersault". Lo mejor de este grupo, sin duda, su magnífica remezcla del "Climbing Up The Walls" de Radiohead.

- Los Yeah Yeah Yeahs no me acaban de entrar. La única canción que realmente me parece destacable es "Maps".

- De Yann Tiersen sólo conozco la banda sonora de "Amelie" (que está bastante bien) y una grandiosa canción que se titula "Monochrome", de su álbum de 1998 "Le Phare". Me apetece escuchar más cosas suyas.

- Will Young tiene una voz muy bonita y dos buenas canciones: "Leave Right Now" y "Your Game".

- "Your Woman", el único gran éxito de White Town, no ha perdido nada con los años.

- Ya es oficial: The White Stripes me parecen bastante coñazo: sólo se salvan las más evidentes: "Dead Leaves And The Dirty Ground", "Seven Nation Army", "The Hardest Button To Button" y el nuevo single, "Blue Orchid", que de momento no me desagrada.

- La nueva canción de Weezer, "Beverly Hills" me parece horrorosa. El rollo rock americano universitario no me va nada de nada, pero he descubierto con sorpresa que tienen muchos más temas que me gustan de los que yo esperaba. Aunque la mejor es, una vez más, la más evidente: "Buddy Holly"

Y paro ya, dándome cuenta de lo utópica es la idea de que un día tenga una colección más o menos fija e inamovible (sin contar las novedades) de música. Pero, ¿y lo bien que me lo paso en el intento?

lunes, mayo 23, 2005

Piel sobre piel

"Mysterious Skin" es la última película de Gregg Araki. Lo único que había visto hasta ahora de este director era "Generación maldita", de 1995, pero, por lo que he leído, el resto de su filmografía sigue una línea común: las normalmente débiles tramas, que giran en torno a la homosexualidad, suelen ser una simple excusa para que asistamos a un desfile de bellos jóvenes que siempre nos acaba mostrando bastante ligeros de ropa. Pero parece que, como ha ocurrido con otros directores (el no menos polémico Larry Clark), Araki ha decidido añadir un poco más de enjundia argumental, y para ello ha adaptado la novela del mismo título del autor Scott Heim.

Y lo cierto es que no le ha quedado nada mal, presentándonos una turbia historia sobre dos niños marcados por una experiencia que les conduce por caminos muy diferentes: a uno al mundo de la prostitución y al otro a estar obsesionado con abducciones extraterrestres. Sólo cuando esos caminos se vuelven a cruzar asistimos a la verdad catártica que ambos ansían encontrar. Araki abandona a sus "musos" habituales (James Duval y Johnathon Schaech) y los sustituye por el guapísimo Joseph Gordon-Levitt, que además hace un excelente trabajo. El resto del reparto es también semidesconocido, salvo Elisabeth Shue, que interpreta a la madre del protagonista.

Tocando un asunto tan delicado como el de la pedofilia, leitmotiv de otras películas recientes como "La mala educación", "Palindromes" o "L.I.E.", el director sale más airoso de lo que se podría esperar de antemano. Hay escenas comprometidas y momentos de verdadero choque emocional, pero en general el enfoque me parece muy correcto y la transgresión gratuita parece haber sido archivada en el pasado del cineasta. Tan solo me asalta una duda final: ¿por qué se sigue recurriendo tan a menudo al estereotipo del pedófilo gay con bigote?

Los lunes al sol

Esto de tener un contrato a tiempo parcial conlleva trabajar la mayoría de los domingos, así que para mí no suele regir el consabido descanso dominical. Una vez te acostumbras a ello, se sobrelleva bastante bien, a lo cual ayuda que la jornada laboral siempre es más corta que la de cualquier otro día. Y lo que mayor satisfacción me produce es trabajar un domingo y no tener que hacerlo un lunes. Así me da la sensación de que, mientras medio mundo empieza su semana, a mí se me concede una gratificante prórroga.

domingo, mayo 22, 2005

Telepatías emocionales

Título: "La culpa".
Intérprete: Astrud.
Álbum: "Gran fuerza".
Año: 2001.

En el eterno concurso en busca de la "perfecta canción pop", Manolo Martínez y Genís Segarra presentan su candidatura (en realidad, una de muchas) en poco más de cuatro minutos. La mejor forma imaginable de empezar "Gran fuerza", uno de los álbumes más heterogéneos y a la vez más certeros que se me ocurren: diez canciones que tienen poco o nada que ver entre sí, pero con un importante nexo común: todas son extraordinarias. La conceptualidad la dejaban para los singles y EPs ("Cambio de idea", "Mentalismo") y en el formato largo se atrevían a ser infalibles y a no bajar nunca el listón.

Y, como digo, apuntando alto ya desde el primer corte. "La culpa" es una canción que permite escuchas infinitas sin mostrar síntomas de debilidad o cansancio. La fórmula musical es muy sencilla: línea de bajo (un poco más elaborada de lo que era habitual en su primer largo, "Mi fracaso personal") + batería machacona + teclados de juguete y juguetones + la voz de Manolo, más melódica y entonada que nunca, sorprendiendo por su radical evolución con respecto a sus primeros pasos, los tiempos del "Astrud EP".

Sea como sea, la fórmula funciona, y más cuando se ve respaldada por una de esas letras que consiguen algo al alcance de muy pocos: como Los Planetas, expresan las emociones más complicadas con sencillas y escasas palabras. El estribillo lo deja claro: "Te quiero, la culpa es mía". No se me ocurre forma mejor de decir tanto con tan poco, y de demostrar que el verdadero amor es aquel en el que no importa hacer concesiones, por irracionales que sean.

viernes, mayo 20, 2005

La gran verdad

No cabe duda de que el caso de la artista conocida como Tamara, Àmbar o Yurena, según la época, es digno de estudio. Una chica de pueblo, con no muchas luces, poco o nulo oído musical, muy inocente, y con una ambición: hacer una carrera musical a pesar de tener una voz de lo menos afinada para tal menester. Y la pobre, no sé si por aquello de "el fin justifica los medios" se empieza a rodear de un autentico circo de frikis casi imposible de imaginar: Leonardo Dantés, Tony Genil, Paco Porras, Loli Álvarez, y, para rematarlo todo, su madre, la simpar Margarita Seisdedos. Y entonces llegan las polémicas surrealistas, las declaraciones absurdas, lo más kitsch que le ha sucedido a la prensa del corazón española en toda su historia. Todo sin duda de lo más inverosímil, pero desde luego más entretenido y divertido que las andanzas de otros profesionales de la prostitución sentimental.

Entonces sucede algo inesperado: algunos de los compositores más reputados de la escena musical del país (al menos en los círculos más alternativos) deciden adoptarla como musa y construirle un disco a su medida, autoparódico y a mayor gloria del personaje en el que se convirtió. Supongo que la razón primordial fue el de la transgresión, hacerla un icono si cabe más grande de la cultura basura, y, en definitiva, convertir a Tamara en lo más punk surgido en España en muchísimos años. Y si ese era el objetivo, no cabe duda de que se consiguió con creces: la mayoría del público vio "Superestar" como una broma de mal gusto, como un atentado musical, una forma de reírse de los músicos "serios" que luchan día a día por ganarse su pan (este tópico no me lo creo ni me lo he creído nunca).

Quizá haya también algo de transgresión en dedicarle una entrada monográfica a este álbum, pero más allá de eso, cuando digo que me gusta, y mucho, no miento. Lo único negativo que puedo decir de él es que lo he descubierto en su totalidad en 2005, cuatro años después de su publicación. Y ahora es cuando viene "la gran verdad": "Superestar" de Tamara es un disco magnífico, que le da mil vueltas al 80% de la música publicada en España en los últimos años. Y me quedo tan ancho. Es cierto que uno tiene que "acostumbrarse" a su particular voz, pero una vez superado este obstáculo, uno se ve recompensado con creces. Este es "Superestar" corte a corte:

1. "Tiembla Tamara". Comienza el espectáculo de glorificación del personaje con máximas de justificación personal en la letra ("No te pienses que soy algo pasajero, nauseabundo...), reflejos de su imagen social ("Soy espíritu de un mundo inmundo") y mi frase favorita de Tamara: "Odio el odio". Todo ello envuelto por una bonita melodía compuesta por Luis Miguélez y Juan Tormento, antiguos miembros/colaboradores de Dinarama y McNamara, entre otros, y actualmente conocidos como Glamour To Kill.

2. "Un recuerdo". Compuesta por Rafa Spunky, conocido sobre todo por su faceta de corista de Fangoria, es mi favorita del disco, y desde ya, un clásico techno-pop. La producción del propio Spunky es simplemente perfecta, con ese principio que recuerda a... ¡Kraftwerk! Y, sorprendentemente, la voz de Tamara se convierte en la mejor aliada de una triste letra sobre un fracaso amoroso.

3. "La noche". Es una de las canciones del repertorio anterior de Tamara, incluida en una maqueta que grabó en 1994. La renovada producción hi-energy la convierte en la más bailable del disco, y en otra de mis favoritas. Habla de algo tan viejo como intentar ahogar los problemas cotidianos en el hedonismo de las salidas nocturnas ("La noche, es la hora de bailar"), lo cual la convierte en una pariente próxima, al menos temáticamente, del "Saturday Night" de Suede. Me hace gracia especialmente una frase: "Salgo deprisa de la oficina, hasta las diez no tengo nada que hacer". Y es que la improbabilidad de imaginarse a Tamara en un trabajo "normal" de 9 a 5 no deja de provocarme una sonrisa.

4. "Hablando por hablar". El particular "A quién le importa" de la bilbaína. Paradójicamente, canta a dúo con Víctor Sandoval (sí, el periodista del corazón, que también tuvo una efímera carrera musical hace años) un alegato en contra de la rumorología y de aquellas personas que no tienen nada mejor que hacer que dedicarse a criticar o inventar falsedades sobre vidas ajenas. La historia de su vida, vamos, y la de muchos más: "Envidia nada más, hablando por hablar, pequeñas víboras de bar. Su lengua usarán, y envenenarán, viviendo para criticar a los demás". Aparte del propio Sandoval, firman la canción Nacho Canut (Fangoria) y su hermano Mauro (aka Bazoka Nut, miembro de Los Vegetales e Intronautas).

5. "Superestar". En esta ocasión, firma Tito Pintado (Penelope Trip, Telefilme, Anti...). Otra letra de orgullo propio y de exaltación del ego ("Mira las revistas, fíjate en las listas, soy número 1, éxito descomunal...) con producción y coros de lujo.

6. "Amor caníbal". Uno de los momentos más calmados del disco. Los autores son Nacho Canut y Carlos Berlanga, que es, como ya he dicho en otras ocasiones, uno de mis compositores musicales favoritos de todos los tiempos. Se nota su sello en la letra, magnífica, sobre la voracidad del amor, aunque musicalmente no es de mis preferidas del disco.

7. "Volverás a mí". Otra de las canciones antiguas de Tamara, aparece tal y como fue concebida en su día, sin nuevos arreglos o producción. De las más flojas.

8. "La pesada". Joaquín Fernández se une a la nómina de autores ilustres con esta canción que podría haber aparecido en cualquiera de los discos de su grupo, Los Nikis, aunque arropada por una producción electro cortesía de los barceloneses Teen Marcianas. Una de las que más me gustan.

9. "Nada para mí". Durante los primeros cuarenta segundos parece que estamos escuchando una canción de los Pet Shop Boys de la época "Introspective". Pero pronto la voz de Tamara nos devuelve a su triste realidad ("Esperando aquí sentada, ya no espero nada") y en otro momento nos reconoce sus miserias ("No soy feliz"). Los autores vuelven a ser Nacho Canut y Carlos Berlanga, en un tema que no desentonaría en cualquier disco de Fangoria. Magnífica.

10. "Vete a la porra". La amarga melodía de Bazoka Nut y C. Barral sirve como perfecto armazón a una letra en clara referencia a su affair con el adivino verdulero (al que se apela ya desde el título). Vemos indicios de arrepentimiento, pero también claras intenciones de reírse de sí misma ("Cuando vuelvo a recordar, no puedo evitar reírme en vez de llorar. Unas copas y algo más, no sé que pasó, qué hubo entre tú y yo. Y ahora es cuando me doy cuenta de lo estúpida que fui, qué inocente de la vida, cómo pude fijarme en ti, sólo sabes mentir"). Su particular venganza.

11. "Tú vas a ser mi hombre". Junto a "Un recuerdo", el momento más brillante del disco. La más guitarrera y una de las más pegadizas, parece salida del "Rock station" de McNamara. No en vano, componen y producen este auténtico himno, de nuevo, Luis Miguélez y Juan Tormento.

12. "No podrán conmigo". Una nueva letra de afirmación personal, un poco lastrada por una de las producciones más discretas, que la acercan peligrosamente a los terrenos de Camela.

13. "A por ti". La tercera de las canciones no compuestas ex profeso para "Superestar" y, sin duda, una de las más populares de la artista. Poco que añadir, salvo que me sigue haciendo mucha gracia la parte de "Hoy voy a salir sin ropa interior".

14. "Ven, ven, ven (Hiroshima Mix)". Como broche de oro para un álbum imprescindible, un breve experimento sonoro a capella y con vocoder a cargo de Ibon Errazkin y Teresa Iturrioz, miembros del desaparecido grupo donostiarra Le Mans.

jueves, mayo 19, 2005

Que me envuelvas de arquitectura



No soy ni mucho menos un entendido en arquitectura, pero sí soy aficionado a los edificios, especialmente a los contemporáneos. Anoche en la BBC emitieron un programa acerca de este tipo de construcciones, y hablaron, como no, de uno de mis favoritos de los últimos tiempos: la Swiss Re Tower, de Norman Foster, conocida popularmente, por su forma, como "the gherkin" (el pepino, o más exactamente, pepinillo). Esta torre de cuarenta pisos y casi 180 metros de altura se terminó de construir en 2004, y ya ha pasado a formar parte del paisaje urbano londinense. Recuerdo lo mucho que me impresionó la primera vez que vi de cerca este edificio, una sensación para mí solo comparable en esta ciudad a la que produce el Big Ben, otra construcción majestuosa que deja sin aliento, sobre todo cuando uno se lo encuentra inesperadamente yendo desde Trafalgar Square hasta Parliament Square, donde, de repente, emerge a nuestra izquierda.

Hay quien acusa a Norman Foster de repetirse continuamente, de hacer siempre lo mismo, e incluso de plagio. Pues no lo sé. Ya digo que no soy un experto en la materia, pero sí puedo decir que para mí con la Swiss Re Tower (y con otros muchos trabajos suyos que pueden encontrarse tanto aquí como en medio mundo) ha dado en el clavo. Si alguien se acerca a Londres, le recomiendo que no deje de visitarla, vale mucho la pena encontrársela, imponente, en el medio de la City, el centro financiero de la ciudad. Y para contemplar más trabajos del arquitecto, nada como visitar su cuidada y exhaustiva página web: www.fosterandpartners.com.

El corte de pelo del diablo

Cuando empezó "El club de la comedia" en Canal+ lo solía ver todas las semanas. En España el género de la "stand-up comedy", tan popular en los países anglosajones, no tenía ninguna tradición, quizá lo más cercano que habíamos tenido en España era Miguel Gila. Yo creo que la clave para que este tipo de humor funcione está en el equilibrio entre un buen guión y un buen intérprete. A mí los guiones del principio me parecían muy buenos, no en vano estaban detrás de ellos, entre otros, Pablo Motos y Arturo González Campos, dos personajes a los que ya conocía de la radio, al primero del programa "La radio de Julia" (Otero), de Onda Cero, en el que él mismo hacía algo parecido a lo que después convirtió en formato televisivo, y al segundo también de un programa de radio que creo que emitía la misma cadena en las madrugadas de los fines de semana, que sólo llegué a escuchar dos o tres veces (luego desapareció), pero del que me llamó mucho la atención el ingenio de su conductor.

Luego la cosa se empezó a deteriorar y dejó de interesarme bastante. Los guiones fueron disminuyendo en calidad y empezaron a aparecer demasiado a menudo personajes para mí carentes de gracia que anteponían demasiado su personalidad a la historia en sí que contaban. A raíz de un comentario de ayer sobre las peluquerías, he decidido transcribir aquí uno de mis momentos favoritos del programa, en el que la gran Verónica Forqué hacía un divertidísimo monólogo sobre ese asunto.

"Las peluquerías

¿Se imaginan que van a por el periódico y dicen:

- ¿Me da El País?

Y el quiosquero les contesta:

- No, le voy a dar el Supertele... y este paquete de chicles de menta.

O que cogen un taxi:

- A la plaza de las Ventas, por favor.

Y el taxista les diga:

- No, le voy a llevar al Santiago Bernabéu, que a usted le pega ser del Madrid.

¡Pues eso es una peluquería! Un sitio donde pides una cosa, y el peluquero hace lo que le da la gana. Por esta razón, lo primero que haces cuando sales de la peluquería es buscar un espejo y ponerte el pelo a tu manera. Y digo yo, entonces, ¿para qué vas?

Yo creo que la peluquería es un sitio del que hay que desconfiar, porque todo te lo hacen por la espalda. Es curioso: engordas, te deprimes, estás celosa, y en vez de fugarte con Pierce Brosnan que es lo que deberíamos hacer todas, te vas a la peluquería, y le dices al peluquero:

- Córtame el pelo por aquí. Quiero un cambio de imagen radical.

Y ya lo creo que te cambia de imagen. Te deja como si hubieras metido la cabeza en una freidora. Te ves tan horrible que se te olvida la depresión que tenías, y te agarras otra. O sea, que en la peluquería no te quitan la depresión, simplemente te la cambian de sitio.

Y de ahí su éxito. En una peluquería, a los cinco minutos ya te han convertido en un adefesio, para que se te olviden las penas que traías. Te ves sentada enfrente de un espejo, en babero, embadurnada, con chorretones de tinte resbalándote lentamente por la cara colorada, la cabeza envuelta en papel albal y oliendo a huevo podrido. Y piensas: Solo falta que me salga un alien de la tripa, joder.

Estás hecha un espantajo, y es el momento en que la peluquera se aprovecha de ti para ponerte todavía más potingues. La técnica utilizada es la siguiente: primero, un poco de peloteo:

- Tienes una pestaña preciosa.
- ¿Ah sí? Muchas gracias.

Y luego te mete la cuña:

- Sí, son preciosas, lastima que...
- ¿Lástima que qué?????
- Que tengas el pelo tan pobre y apagado.
- ¿Pobre y apagado? ¡Que horror! ¿Y qué puedo hacer?

Y entonces te la coloca:

- Pues mira, por solo diecisiete mil pesetas, te voy a poner un tratamiento de colágeno de placenta de foca que veras como te quedas. ¡Diecisiete mil pesetas! Te dan ganas de decirle: "Oye, ¿y por qué no me estropeas las pestañas, que me saldría mas barato?"

Pero eres incapaz de negarte. Yo creo que con tanto olor a laca, te pillas un colocón de miedo, y por eso dices a todo que sí:

- Te voy a hacer unas mechas.

Y tú:

- Vale.

¡Desde luego hay que ver que obsesión tienen todas las peluqueras con hacerte mechas! Es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja que una mujer entre en una peluquería y no salga rubia con mechas. Aunque sea rubia, también sale rubia con mechas.

Que esto es otro truco de las peluquerías para hacerte clienta de por vida. Una vez que te tiñes, ya estas condenada a seguir acudiendo de por vida, para no desteñirte, porque en las peluquerías nada es permanente, ni siquiera la permanente es permanente.

A veces vas a la peluquería con un recorte de una revista para que te corten el pelo como a Meg Ryan. En realidad no quieres el pelo de Meg Ryan, quieres la cara de Meg Ryan, el cuerpo de Meg Ryan, el dinero de Meg Ryan... Y entonces las peluqueras se tienen que buscar la vida para explicarte que, con esos cuatro pelos cabreados que te quedan, y que además te nacen en la coronilla, es imposible lograr un flequillo espeso, y que lo más que pueden hacerte es el moño de Betty Misiego.

Pero lo peor es cuando la peluquera termina contigo y te miras al espejo. Te ves rara, como con cara de asustada, y vuelves a casa escondiéndote en los portales, para que no te vea nadie conocido. Y como necesitas que alguien te diga que te queda bien, le preguntas a tu marido:

- Cariño, ¿te gusta?
- ¿Qué es lo que me tiene que gustar?
- Pues el pelo.
- Ah, el pelo. Sí, sí, estás muy guapa... ¿Y cómo lo llevabas antes?
- Pues era skin head, no te jode. ¿Y tú? ¿Cómo llevabas antes el pelo? Antes por lo menos llevabas...

Total, que al final, tanto esfuerzo para nada. Porque él nunca lo nota... ¿Saben lo que pienso hacer la próxima vez que me encuentre un poco depre y me entren ganas de meterme en una peluquería? Pues fugarme con Pierce Brosnan, a ver si de eso se da cuenta mi marido..."

martes, mayo 17, 2005

Vivir cada día

Para que se vea que de vez en cuando salgo de casa, cuento telegráficamente algunas de las cosas que he hecho hoy.

- He ido a devolver al H&M una camisa que me compré la semana pasada, porque me he dado cuenta de que iba a ser muy difícil de planchar, la actividad doméstica que más odio con diferencia. Creo que es la primera vez que devuelvo una prenda de ropa a una tienda, por extraño que parezca.

- Luego he ido a cortarme el pelo, algo que siempre pospongo por pereza y porque no me gustan las peluquerías. Afortunadamente, la ventaja de raparse con maquinilla es que nunca tardan más de cinco minutos.

- Quería comprarme un sillón hinchable para mi habitación, pero estaba agotado en los dos Argos a los que he ido. Luego he mirado en la página web y no lo tienen en ninguna de sus tiendas de Londres, o al menos en las que están relativamente cerca de mi casa. No sabía que los sillones hinchables tenían tanto éxito, o quizá es al revés: no los compraba nadie y han dejado de tenerlos en stock.

- He estado en casa de Laura y me he enterado de que, casualidades de la vida, está aquí pasando unos días un viejo conocido al que, por circunstancias que no vienen al caso, no me apetece nada ver. Es el novio de la compañera de piso de una amiga de Laura (qué lío), y Laura no sabía que yo lo conocía. Antes de saber esto, casi quedamos para tomar algo todos juntos, y me alegro de haberme enterado antes porque habría sido una situación un poco violenta.

- Al llegar a casa, he mirado qué tal va la subasta del primer producto que vendo en eBay. Pues fatal. De momento sólo una puja y por un precio infinitamente menor al que estoy dispuesto a venderlo. Todavía quedan ocho días, pero me da a mí que nadie lo va a comprar, le he puesto un precio de reserva demasiado alto.

Espacios y tiempos

Tras tomarme una jornada de asueto después de muchos días de publicación ininterrumpida, vuelvo con una entrada miscelánea, género que también hacía tiempo que no tocaba.

- Los famosos autobuses rojos de dos pisos de Londres (popularmente conocidos como Routemasters) tienen los días contados. Una de las líneas que yo utilizo habitualmente para ir a trabajar (la 159) es de las pocas que los sigue utilizando, y al parecer no por mucho tiempo. Dejarán algunos en circulación, pero más como atracción turística o con otros fines diferentes al del transporte regular de pasajeros. Están siendo sustituidos por nuevos (y más feos) modelos también de dos pisos y por los "gusanos", esos buses tan largos con un fuelle en el medio. Las ventajas de los Routemasters son su maniobrabilidad en una ciudad como Londres (son muy estrechos, lo cual también se nota en los asientos, donde dos personas se acomodan con dificultad) y que, al carecer de puerta, te puedes subir o bajar donde más te convenga, sin tener que esperar a una parada. Esto es visto por sus detractores como un inconveniente, ya que pone en riesgo la integridad de pasajeros intrépidos que se apean cuando todavía no está detenido del todo o que intentan subirse cuando ya lleva una velocidad considerable (yo ya he visto leñazos de cuidado). Otros defectos son la poca o nula accesibilidad para minusválidos que tienen o lo fríos que son en invierno (y eso que tienen calefacción). La verdad es que se han quedado un poco antiguos y son incómodos, pero da pena que vayan a eliminar uno de los iconos fundamentales de la ciudad. Para mí la mejor idea sería hacer una versión de diseño más moderno pero manteniendo los rasgos fundamentales del anterior, al estilo de lo que se hizo en coches con el Mini o el VW Beetle.

- Día sí, día no, me planteo la posibilidad de dejar de tener teléfono móvil. Hay varias razones, y una de ellas de mucho peso: odio hablar por teléfono. Si además es con alguien que no conozco de nada (a un servicio de atención al cliente, por ejemplo) me pongo muy nervioso, necesito contacto visual. Nunca suelo llamar a nadie "sólo por llamarlo", para saber qué tal le va. Bueno, con mis amigos de España suelo hacer excepciones (muy poco a menudo), porque no existe la posibilidad de intercambiar impresiones "en directo", algo que prefiero mil veces. Últimamente incluso me llama gente y no cojo el teléfono porque simplemente no me apetece hablar. No lo hago con mala intención, sino que no tengo ganas en ese momento de tener una conversación con nadie, o igual es un síntoma más de un cierto carácter antisocial que se me está poniendo. Lo cierto es que tengo un contrato por el que pago un fijo al mes en el que van incluidos cien minutos gratis en llamadas, y no suelo utilizar más de veinte o treinta. Creo que hoy en día lo único que me empuja a seguir teniendo móvil son ciertas ventajas, como lo útil que es para quedar con alguien o localizarlo, o para estar uno mismo localizable en caso de necesidad.

- Y ayer fui al cine a ver "The Jacket", dirigida por John Maybury y protagonizada por Adrien Brody (por cierto, me llamó mucho la atención lo cachas que está este hombre). Había visto el trailer y la peli tenía muy buena pinta. Pues vaya chasco. Para mí sobre todo, el fallo está en el guión, que muchas veces me parece extraordinariamente torpe e ilógico. Es un thriller de ciencia-ficción mezclado con otro subgénero que no cito por no desvelar nada si alguien la piensa ver. Pero, vamos, que no me gustó nada y a ratos me resultó molesta, algo parecido a lo que ya comenté el otro día con respecto al disco de Daft Punk. No sé si me estoy haciendo mayor para estas cosas, pero la proliferación de ruiditos estridentes, unido en este caso a los continuos flashes e inserciones de planos ultracortos, me resulta de lo más incómodo para la vista y el oído. Eso sí, en los foros de IMDb hay muchas discusiones sobre la película, que hay gente a la que le ha encantado y a la que le ha dado mucho que pensar y analizar. En España creo que no se estrena hasta agosto.

domingo, mayo 15, 2005

A muchos metros bajo tierra

Título: "Taramasalata".
Intérprete: Eggstone.
Álbum: "Vive La Différence!"
Año: 1997.
Compuesta por: Eggstone (Per Sunding, Patrik Bartosch y Maurits 'Mojje' Carlsson).

Cada vez que escucho esta canción de título gastronómico, me vienen inmediatamente a la cabeza dos referencias geográficas completamente diferentes. Una, Pontevedra, donde una semana santa de hace unos años la escuché por primera vez, en la fiesta de un fanzine en la que conocí a Ana, la chica que (qué vueltas da la vida) ha terminado siendo mi compañera de piso en Londres. La otra, Stockwell, un barrio de esta ciudad en cuya estación de metro hubo una temporada que hacía transbordo casi a diario, y donde, cada vez que veía el cartel anunciador de la parada, no podía evitar cantar mentalmente (o incluso en voz alta, si no había gente) la primera frase de la canción: "Ooh ooh, I woke up in Stockwell, and my head, felt like a shell-shock".

El metro, y otros medios de transporte, como el autobús y el taxi, están presentes en la letra, que, sinceramente, nunca he acabado de entender muy bien de qué va exactamente, más allá de ese viaje continuo. Pero no deja de ser secundario ante esa melodía arrebatadora, ese principio de cuerda glorioso, ese deje tan Morrissey de la voz, esa luminosidad, ese optimismo, que hacen de esta una canción ideal para momentos grises o para empezar un día con buen pie.

Del grupo creador, los suecos Eggstone, de los que sólo conozco esta canción y otras dos, no sé mucho más de lo que dice su semi-oficial página web, eggstone.8bit.co.uk. Ahí nos podemos enterar de que editaron un recopilatorio para el sello español Siesta, de que su último álbum es de 1999 o de que, a pesar de todo este tiempo de inactividad, no es descartable que vuelvan con nuevo material, incluso podría ser este año. Hagan lo que hagan, para mí, con "Taramasalata" ya han entrado en la historia.

sábado, mayo 14, 2005

Arte para robots

Hay algunas novedades discográficas de este año que tengo pendientes de escuchar al completo. Cabe pensar que la razón principal es que a primera vista no me han llamado mucho la atención, y estoy intentando aplazarlo para no enfrentarme con la cruda realidad. Es el caso del último de los electrónicos franceses Daft Punk, "Human After All". Al final me he puesto y lamentablemente mis sospechas eran ciertas, qué desastre.

Recuerdo que la primera vez que escuché a Daft Punk fue un día en la radio en una clase de pintura al óleo (hubo una temporada que me dio por ahí). La canción en cuestión era "Da Funk" y me sorprendió por lo pegadiza que era dentro de su simpleza. Me compré el álbum, "Homework", y descubrí que aparte de ese había otros grandes temazos ("Revolution 909", "Around The World", "Phoenix", "Teachers"...), aunque también es cierto que otras de las canciones me parecían, y me siguen pareciendo un poco rayantes. Después de "Homework" vino "Discovery", un disco en general denostado por los críticos, que a mí me gustó tanto o más que el primero. Las cuatro primeras canciones ("One More Time", "Aerodynamic", "Digital Love" y "Harder, Better, Faster, Stronger") y la novena ("Something About Us") son magníficas, y a ese toque macarra que añadieron se le puede encontrar su punto si uno no se lo toma demasiado en serio. Además, ese disco fue banda sonora de una inolvidable época de mi vida en Santiago.

Total, que si tras "Discovery" no me hice fan de Daft Punk, poco le faltó. De todas formas, empezaba a haber síntomas que podían resultar preocupantes: coincidiendo con el lanzamiento del disco se inventaron que los dos componentes del grupo, Thomas Bangalter y Guy-Manuel de Homem-Christo (toma nombre), habían muerto y que habían sido sustituidos por dos robots que eran los que componían y tocaban. Para ser coherentes con la historia, dejaron de conceder entrevistas y de hacer promoción, algo que me imagino que no sería muy buen visto en su compañía de discos. Que conste que a mí en su momento la cosa me hizo bastante gracia.

Pero ya no puedo defender lo indefendible, y su propuesta para 2005, "Human After All", es, por decirlo claro, un ladrillo, y de cuidado. Abusan más que nunca del vocoder y de los ritmos machacones y repetitivos. Es un disco completamente monocorde, monótono, lineal, con el que resulta muy difícil encontrar puntos de enganche. Se repiten hasta la saciedad, las canciones son en la mayoría de los casos interminables y, en otros, incluso molestas para el oído (el final de "The Prime Time Of Your Life" es insoportable). Hay un par de cortes que se pueden salvar, pero no vale la pena ni mencionarlos, porque no consiguen ni brillar dentro de este absoluto caos. Qué pena, un grupo muerto (al final lo han conseguido) al tercer disco. No sé si llegarán a resucitar algún día, pero yo ya no espero nada.

Yo creo que se han metido tanto en su papel, en la historia de los robots y de la deshumanización, que han acabado aislados del mundo, o, mejor, inmersos en su propio mundo paralelo, y ya sólo hacen canciones para ellos mismos. ¿Coherencia artística? Absoluta, pero, ¿a qué precio? Esto me lleva a una reflexión: cuando uno crea, sea la faceta del arte que sea, ¿crea para uno mismo o hay implícita una intención de agradar, de contactar con su público potencial? ¿Es necesario buscar un equilibrio entre el radicalismo egocéntrico, entre hablar sólo el idioma que a uno mismo le interesa, y la realidad que nos rodea? ¿Tiene el arte un fin o es el arte un fin en sí mismo? Supongo que es este un eterno debate, tan viejo como el arte en sí.

jueves, mayo 12, 2005

Redes

Weblogs SL es una empresa de muy reciente creación dedicada al desarrollo de blogs temáticos y blogs de empresa, y con una intención muy clara, hacer de los blogs un negocio: "Creemos que los nanomedios, los weblogs, pueden llegar a ser negocio y generar ingresos". De momento ya han lanzado a las red seis productos: Xataka (dedicado a gadgets y electrónica de consumo), VidaExtra (videojuegos), blogdecine (obviamente, cine), Notas de fútbol (monográfico sobre el "deporte rey"), El Blog Salmón (economía y finanzas) y genbeta (software). Pero esto es sólo el principio, porque ya cuentan con nuevos e inminentes proyectos.

Hay que decir que todos ellos están muy bien diseñados y realizados, y que proporcionan una forma alternativa de información, al tiempo que nos dan un toque de atención sobre lo ilimitado de las posibilidades del "fenómeno blog". Aunque también hay que señalar que páginas temáticas en internet las ha habido siempre, y que la novedad más importante es la adopción del formato de cuaderno de bitácora. Es pronto para calcular las consecuencias futuras de todo esto, pero desde luego puede suponer un cambio sustancial en nuestra forma de informarnos, y una revolución en los medios de comunicación tal y como los conocemos. A mí en concreto me gusta mucho cómo esta enfocado el blogdecine y agradezco que alguien hable de fútbol alejándose de los insoportables tópicos proporcionados por radio, televisión y, especialmente, diarios escritos.

Lo que pasa es que podría pensarse que esto supone una adulteración del formato blog original, que supongo que nació como forma de expresión individual. Yo, en concreto, sigo prefiriendo ese formato "clásico", el personal, que nos ayuda a acercarnos a personas en principio anónimas con las que compartimos gustos, ideas o sensaciones. Pero también creo que es absolutamente lógico que esta idea primigenia vaya expandiéndose y evolucionando por vías diferentes, como las que propone Weblogs SL. Como siempre, los primeros en darse cuenta del potencial son empresas pequeñas e independientes como esta. Seguro que los grandes grupos de comunicación del país acabarán apuntándose al carro, aunque tengo la sensación de que, como suele ocurrir en estos casos, lo harán tarde y mal.

Y llegará un momento en el que habrá tanta oferta y tanta saturación que sólo unos cuantos sobrevivirán, aunque supongo que blogs humildes, sin pretensiones comerciales, como este, seguirán existiendo mientras tengan un público, por muy pequeño que sea, al que le interesen en cierta medida las historias que en él se cuentan.

A todos los que me leen, una vez más, gracias por estar ahí.

miércoles, mayo 11, 2005

Mentiras arriesgadas

Hoy me han vuelto a decir una cosa que no deja de sorprenderme. Me han advertido de que tal y cual persona leen mi blog, y que si no me preocupa, porque a lo mejor escribo cosas que no quiero que determinada gente sepa. A ver, si yo quisiera que alguien no se enterara de algo, lo último que haría sería publicarlo en un medio tan público (quizá el más público hoy en día) como internet. Pero es que además se me escapa qué puede ser eso tan escandaloso que yo digo aquí que sea susceptible de ser ocultado. Si algo de lo que yo publico alguien lo considera transgresor o escandaloso es que no han visto, oído o vivido nada. Estoy al tanto de la rumorología que se desata en los lugares pequeños (y mi pueblo, desde luego, no iba a ser una excepción), pero desde luego yo no voy a perder el tiempo desmintiendo estupideces propagadas por gente de vidas vacías por el aburrimiento que no tienen nada mejor que hacer que inventarse historias falsas sobre los demás o que juegan a ser Sherlock Holmes o la señorita Marple. Tengo cosas mucho mejores que hacer. Que la gente viaje más o intente llenar su vida con cosas que realmente les hagan enriquecerse como personas, que la ignorancia y la falta de cultura son malísimas.

Para continuar con mi desenfrenada vida de vicio y lujuria, hoy he ido al cine a ver "The Assassination Of Richard Nixon", una película correcta, con algunos momentos dramáticos de mucha intensidad, pero en general olvidable, aunque en ella el gran Sean Penn hace otra magnífica interpretación (y van...).

En el Evening Standard de hoy he leído que los usuarios de iPods corren el riesgo de dañar sus oídos si llevan el volumen de la música muy alto. Desde luego, lo que hay que oír. Que yo no digo que sea mentira que llevar unos auriculares a un volumen muy alto pueda provocar pérdidas de audición (anda que no repiten continuamente estas "alertas de salud"), pero digo yo que será lo mismo para todos los reproductores portátiles de música, ¿no?, sea walkman, discman, iPod o Zen. Pero supongo que para alarmas sociales, iPod también vende más.

Y para finalizar y demostrar que la elección de famosos para reality-shows es igual de surrealista en casi todas partes, diré que en la nueva edición inglesa de "La granja de los famosos" están, entre otros, el rapero Flavor Flav, la actriz Charlene Tilton (Lucy en la serie "Dallas") y los actores porno Ron Jeremy (ese gordo bajito de bigote) y... Cicciolina. Jeremy, que ha dicho que su intención es disfrutar todo lo que pueda de la experiencia, se mostró encantado de que Cicciolina también esté en el concurso, ya que reconoció que se conocían de antes y que, curiosamente, habían mantenido relaciones sexuales más de una vez.

Publicidad subliminal

En una misma realidad siempre conviven varios planos diferentes. Yo me suelo ocupar de lo mundano, porque normalmente me cuesta mucho trasladar mis ideas abstractas y mi concepción profunda del mundo más allá de mi cabeza a algún otro medio más cercano. Hay a quien no le resulta tan difícil, y si no, pasen y lean.

enseryo.blogspot.com

Que además lo escribe alguien que nunca deja de sorprenderme, enseryo.

lunes, mayo 09, 2005

¿Políticamente incorrecto? (Parte 2)

Michael Howard, el líder de los conservadores británicos, ha anunciado su dimisión tras las elecciones generales. Ha dicho que lo deja porque no se han conseguido los objetivos marcados, a pesar de haber incrementado notablemente el número de votos, y porque, y aquí viene lo destacado, considera que para las próximas elecciones, dentro de cinco años, ya será demasiado mayor para presentarse.

Michael Howard tiene 63 años.

"Don Manuel" tiene 82.

domingo, mayo 08, 2005

¿Políticamente incorrecto? (Parte 1)

Hace un par de noches, me quedé escuchando la radio hasta las cuatro de la mañana (y me tenía que levantar a las ocho) porque trataban un tema que me interesó mucho. Tras las elecciones británicas, en las que Blair ha conseguido la mayoría absoluta teniendo sólo un 36% total de los votos, el locutor arremetía contra el sistema electoral de este país por considerarlo injusto, y defendía a capa y espada la necesidad de cambiarlo y de hacer que los escaños del parlamento fueran proporcionales al número de votos conseguido por cada partido.

Yo no soy ni mucho menos experto en política, pero creo que, al menos en unas elecciones generales, no se puede hacer una representatividad proporcional. Mi explicación es que, estando España, y otros países, dividida en distritos electorales provinciales, lugares como Madrid o Barcelona (contra los que no tengo nada) tendrían una influencia mucho mayor que otros sitios a la hora de decidir el futuro de todo el país. Imaginemos que en Madrid trescientas mil personas votan al partido blanco, pongamos por caso, y tres millones al partido negro, y que en A Coruña, trescientas mil personas votan también al partido blanco y cero al partido negro. ¿Deben contar de igual modo los trescientos mil votos obtenidos por el partido blanco en un lugar y en otro? ¿Es justa la proporcionalidad?

Agradecería mucho que alguien que supiese algo sobre el sistema electoral me lo pudiera aclarar.

Al principio no había nada

Título: "En mi prisión".
Intérprete: Fangoria.
Álbum: "Salto mortal".
Año: 1990.
Compuesta por: Nacho Canut, Pablo Sycet, Luis Miguélez y Olvido Gara.

Con un sample de la Love Unlimited Orchestra de Barry White comienza está canción de Alaska y Nacho Canut, que supone también el inicio de Fangoria como grupo, en la recién estrenada década de los 90, rumbo a la felicidad por la electrónica. Esta nueva búsqueda, ya apuntada en "Fan fatal", su último álbum bajo el nombre de Dinarama, trajo como consecuencia que, por primera vez en muchos años, se separaran (no definitivamente) los caminos de este particular dúo y de su hasta entonces incansable compañero de fatigas, el grandísimo, siempre recordado, Carlos Berlanga.

Paradójicamente, esta búsqueda de nuevos y felices caminos empezaba con una de las canciones más oscuras de toda la carrera del grupo, muchas veces caracterizado por la apología del hedonismo en estado puro. Aunque es necesario decir que los temas tratados en "En mi prisión" son recurrentes a lo largo de todo su trayecto: obsesión, paranoia, negatividad, miedo, sombras, dolor, y, sobre todo, íntimamente relacionado con todo lo anterior, el amor. Para mí las letras nunca han sido el fuerte de Fangoria, pero es justo decir que se ajustan como un guante a su música y a la voz de Alaska, y que la coherencia temática demostrada es evidente.

Tras el citado principio orquestal, nos adentramos repentinamente en el crudo "nuevo sonido" de Fangoria, obra y gracia del productor Danny Hyde. En el libreto interior del álbum "Salto mortal" podemos leer la impresión que les causó tanto éste como otro de los productores del disco, Robert Gordon: "Al principio nos costó un poco acostumbrarnos a su manera de trabajar, eran mucho más radicales en sus planteamientos que nosotros. Venían del techno radical y del reggae-dub y nos hicieron unas bases más vacías de las que solíamos hacer nosotros. No les interesaba el pop, las melodías, y los ritmos cuatro por cuatro nos los teníamos que pelear. La primera vez que oímos terminada una de las canciones nos pareció una caja de ritmos con unos cuantos ruidos por encima y un bajo secuenciado y atonal. Danny Hyde nos sumió en una ola de deconstructivismo que arrasó con todo, desde las bases rítmicas a la manera de cantar. Pero poco a poco la cosa fue tomando forma y encontramos el punto intermedio entre su minimalismo y nuestro instinto más pop". Ese minimalismo se hace patente en las bases rítmicas y en los susurros con los que Alaska va despachando la letra, y es en el estribillo cuando se atreve por primera vez a "cantar", a entonar una melodía a la que sirve de lanzadera esa inquietante secuencia de seis notas de piano.

"En mi prisión" fue considerada por la revista Rockdelux mejor canción nacional de su año, y sigue siendo para mí una de las cumbres de la carrera de Fangoria. Tras estar bastante tiempo sin tocarla en directo, recientemente han vuelto a recuperarla, y, curiosamente, esta canción-génesis les sirve ahora para empezar, también, sus conciertos.

"¿Qué sabes tú lo que siento?"

sábado, mayo 07, 2005

De qué me sirve llorar

Ignoro los mecanismos que me llevan a llorar, porque aparentemente son bastante arbitrarios. Suelo llorar poco de tristeza, normalmente más de emoción. La película que más me ha hecho llorar en mi vida es "Billy Elliot", empiezo a los veinte minutos y ya no paro hasta el final, llegando al llanto roto en la escena en la que Billy baila en el gimnasio delante de su padre. Hasta me da reparo verla acompañado, porque soy un auténtico valle de lágrimas.

Que yo recuerde, las últimas canciones que me habían hecho llorar (y aquí se puede ver lo dispar de los susodichos mecanismos) habían sido "2+2=5" de Radiohead y "Retorciendo palabras" de Fangoria. Pues me ha vuelto a pasar. Había oído hablar tan bien a todo el mundo del disco "I Am A Bird Now", de Antony and the Johnsons, que decidí darle más oportunidades de lo normal, porque en una primera escucha no me había llamado la atención en absoluto. No es el tipo de música que me suele gustar, si es que la hubiera (me considero bastante ecléctico). Pero al final la voz de Antony (y la de Rufus Wainwright, y la de Devendra Banhart, y la de Boy George, que prestan las suyas en distintas canciones) ha acabado subyugándome, y he caído presa de este disco. Y, curiosamente, "Man Is The Baby", uno de los temas que no suelen ser destacados como de los mejores del álbum, sí, me ha hecho llorar otra vez.

jueves, mayo 05, 2005

El mejor actor del mundo

Hoy he visto "The Interpreter", una de esas de intriga a lo John Grisham, que dirige (e interpreta brevemente) Sydney Pollack. La curiosidad es que por primera vez la ONU ha dejado rodar en el interior de su sede en Manhattan. Pues muy bonita la ONU, muy bonita Nueva York... y poco más. Bueno, la peli se deja ver, es entretenidilla y tiene una magnífica escena de acción en torno a un autobús, pero es más recomendable para ver por la tele una noche que uno no tenga nada mejor que hacer que para pasar por taquilla al precio que está el cine.

Lo que sí me ha gustado mucho es la interpretación de Nicole Kidman y, sobre todo, la de Sean Penn. Lo del cine no es algo que tenga tan jerarquizado como la música, pero por alguna razón, cuando alguien me pregunta por mi actor favorito el primero que me viene a la cabeza es el ex de Madonna. El descubrimiento de su voz en inglés no ha hecho sino hacer más grande mi admiración por él. Me gusta en todas las películas que le he visto y creo que no tiene nada que envidiarle a actores contemporáneos ya clásicos como Pacino o DeNiro. De hecho lo veo bastante más sólido y comedido que estos dos últimos, que a veces pecan de demasiada afectación en algunos de sus papeles (yo siempre digo que Pacino en "Esencia de mujer" está para matarlo, y le dieron un Óscar).

En otro orden de cosas, hoy elecciones generales por aquí, y todo parece indicar que tendremos (o tendrán, quién sabe) Blair durante cinco años más. Y yo que no sé si me parece bien o mal, porque lo de tener un presidente de izquierdas tan de derechas me desconcierta bastante.

miércoles, mayo 04, 2005

Huele a espíritu adolescente

Vengo del cine de ver "Mean Creek", una de adolescentes dirigida por Jacob Aaron Estes y protagonizada por Rory Culkin, uno de los muchos hermanos de Macaulay metidos a actores. Me suelen gustar estas historias sobre vivencias juveniles, cosas tipo "Cuenta conmigo" o "Aquellos maravillosos años". De un modo u otro, me ayudan a activar algún resorte nostálgico que contribuye a alimentar todavía más mi síndrome de Peter Pan. Aunque en este caso hay un lado oscuro...

El argumento es sencillo: a Culkin hay un chico que le pega en el colegio, así que planea, instigado por su hermano y los amigos de éste, invitarlo a una excursión a la que van todos juntos, con propósito de venganza. Algo inesperado sucede, y cuando llega el momento de tomar decisiones importantes, asistimos a distintos puntos de vista y a las implicaciones morales y vitales que esas decisiones pueden tener para cada uno de los personajes. Contado así es un poco críptico, pero no me gustaría destripar nada de la película innecesariamente.

Sin aportar nada nuevo, creo que la historia funciona porque está bien contada y realizada, aunque el principio me pareció un poco precipitado. Sin embargo, esto es fácilmente perdonable porque consigue introducirnos en la acción rápidamente y ajustar la duración total de la película a 90 minutos, algo bastante inusual en los tiempos que corren. Aunque la calidad o el ritmo no se deben medir por lo larga o corta que sea una película, yo siempre agradezco que no se extiendan más allá de las dos horas.

Los actores son todos jóvenes y poco conocidos, y creo que darán de hablar, porque están muy bien en general. A mí me gustaron especialmente Rory Culkin y la chica, Carly Schroeder. Distintos aspectos de la película me recordaron a la ya citada "Cuenta conmigo" y también a "Bully", de Larry Clark. En los carteles promocionales también se citan como influencias "El señor de las moscas" y "Deliverance". Esta última, dirigida por John Boorman, y de la que nunca recuerdo su título en español, no la he visto, pero me ha dicho Luis que sí, que la historia es muy parecida.

Hubo una cosa que me llamó la atención, siendo un poco quisquilloso, y es que, aunque la historia podría ser completamente atemporal, hay bastantes detalles (una conversación sobre Jennifer López, una moderna videocámara, una canción de Death Cab For Cutie...) que la sitúan en la actualidad más reciente. Debido a esto, resulta un poco extraño que en los momentos clave ninguno de los protagonistas disponga de un teléfono móvil. Esto no tiene la mayor relevancia, pero lo cito porque ya he leído en alguna parte que este invento tecnológico está dando bastantes quebraderos de cabeza a los guionistas hoy en día, sobre todo a la hora de enfrentarse a historias de terror en las que siempre hay que recurrir a la falta de cobertura o a trucos por el estilo.

A los aficionados a este mini-género, como yo, les va a encantar "Mean Creek", porque contiene muchos elementos clásicos (hay confidencias íntimas, juegan al "truth or dare", entradas por la ventana a la casa del vecino...), y a los que no lo son tanto creo que también les puede interesar ese toque a lo Stephen King que aflora en muchos momentos. A mí, me ha gustado mucho.

martes, mayo 03, 2005

El ángel exterminador

Llevo todo el día sin salir de casa porque estaba esperando a que vinieran a traerme a casa una tarjeta de crédito que he solicitado y que no te entregan a menos que la recojas personalmente y firmes. Me imagino que utilizan este sistema para evitar posibles fraudes y que la tarjeta caiga durante su recorrido en manos indeseables. Lo que pasa es que no te avisan de a qué hora en concreto van a venir (para mayor seguridad, al parecer), así que tienes que estar disponible (o, lo que es lo mismo encerrado en casa) entre las 8 de la mañana y las 6 de la tarde.

Pues tras estar el día entero a la espera, al final no han venido. Y ya estaba yo echando pestes contra la compañía de la tarjeta de crédito, contra la compañía encargada del reparto y contra todo bicho viviente, cuando se me ha dado por revisar el e-mail de confirmación que me mandaron, y, efectivamente, tenían previsto venir... el 4 de mayo, es decir, mañana.

Y no veas la cara de tonto que se me ha quedado.

El vuelo del navegante

Estos son algunos de los enlaces que están en mi barra de favoritos. No son muy originales, pero para mí son realmente útiles, y la mayoría de ellos los visito a diario. He obviado los blogs que leo y en los que comento de vez en cuando, y los fotologs que ojeo (sí, yo también), porque la lista sería interminable. O a lo mejor otro día les dedico un capítulo aparte.

allmusic (www.allmusic.com). La "biblia musical" de la red. Una gigantesca base de datos, el mejor sitio para resolver esas dudas sobre en qué disco está tal canción, qué más artistas la han interpretado, repasar discografías completas, bajarse portadas para el iTunes y muchas cosas más. Sus mayores defectos son que tiene bastantes imprecisiones (a veces se le puede perdonar por su amplitud y por estar en constante construcción) y que en ocasiones va bastante lenta.

IMDb. The Internet Movie Database (www.imdb.com). Lo mismo, pero para todo lo relacionado con el cine. Para mí gusto, más sencilla, completa, precisa y rápida que allmusic.

weather.com (www.weather.com). Para eso tan trivial, pero importante y útil como saber qué tiempo va a hacer. Se puede configurar para la ciudad donde uno viva, y proporciona datos como un avance de los próximos diez días, el tiempo que va a hacer hora por hora (con previsión de precipitaciones incluidas) o un montón de estadísticas para mí ya no tan relevantes. Y acierta más que Pemán (chiste para gallegos).

Real Academia Española (www.rae.es)
. Con acceso a la versión virtual del Diccionario de la Lengua Española. Inexplicablemente, no hay una dirección con la que acceder directamente a él, pero basta con pinchar arriba a la izquierda, en la primera opción. Incluye muchos otros servicios a priori muy interesantes que yo, la verdad, no utilizo mucho.

Xfm (www.xfm.co.uk). La página web de la emisora de radio que escucho habitualmente. Recomendable para quien le interese "estar al día" de la música alternativa. Por supuesto, se puede escuchar la programación en directo y también escuchar canciones y ver vídeos. Mi programa favorito es "Music:Response", que se emite de lunes a jueves de 20:00 a 22:00 (hora española) y los viernes de 17:00 a 19:00 (edición especial que incluye un Top 20 con las canciones más destacadas del momento).

Cadena SER (www.cadenaser.com)
. De todas las páginas de noticias que suelo visitar, me quedo con la de la Cadena SER porque tiene un diseño claro y sencillo, porque puede uno ponerse al día de un solo vistazo (no hay que navegar por decenas de enlaces como en otras webs) y porque es posible escuchar fragmentos de las noticias más destacadas. Y, ejem, porque no iba a recomendar la página de La Razón, ¿no?

lunes, mayo 02, 2005

El triunfo del perfil bajo

Hablo muy poco de jurgol porque es un asunto que suele aburrir bastante, y porque ya bastante sobresaturados estamos de información deportiva en todos los medios de comunicación como para que encima me dedique yo a hacer la crónica de la jornada. Pero ya he dicho alguna vez que me gusta mucho el deporte del "esférico" (la jerga propia es lo más) y que soy seguidor acérrimo del Real Madrid. Me pregunta mucha gente que como puedo ser de este equipo, odiado a muerte por muchos, y al que se relaciona íntimamente con cosas como Franco, el centralismo, el fascismo y lindezas por el estilo, tan radicalmente opuestas a mi forma de pensar. Pues, no sé, si hiciera un estudio objetivo hoy en día para decidir a qué equipo animar quizá no hubiera elegido el mismo, pero por alguna causa desconocida (tradición familiar puede ser) siempre he sido madridista, y, además, en el fútbol, como en muchas otras cosas de la vida, lo que manda no es la cabeza, sino el corazón.

A ver, que me estoy extendiendo mucho, y la introducción sobre el "deporte rey" (qué bonito) no iba a ser más que un punto de partida para otra línea argumental, como en un capítulo de "Los Simpson". Pues nada, que, o mucho cambian las cosas, o parece que el Madrid este año no va a ganar la liga, y es cuando uno reitera su opinión de que el futuro de su equipo no pasa por estar en manos de gente como Butragueño, Sacchi, Luxemburgo y, si me apuran, Pérez, que empezó bien pero ya está empezando a escribir con renglones torcidos. Y es cuando, también, uno añora a los que ya no están: mi carísimo Jorge Valdano, y ese otro señor, don Vicente Del Bosque, el entrenador de "perfil bajo" (y aquí, sí, está el punto de conexión).

Porque siempre se dijo que Del Bosque era eso, un entrenador de perfil bajo: sobrio, sin aspavientos, poco amigo de la polémica, siempre correcto, escueto y poco dado a las críticas a los rivales. Y eso, en un deporte tan visceral como este del "once contra once" (glups) está muy mal visto. Y creo yo que está mal visto en general en una sociedad tan competitiva como la nuestra. Yo solo he sido "jefe", en el sentido de tener gente bajo mi responsabilidad, una vez en mi vida, y mi estilo era muy parecido. Nunca grité a nadie, nunca me enfadé de un modo irracional con ninguno de los empleados a mi cargo, nunca impuse esa barrera que parece obligatoria entre el trato personal y el laboral ("no se puede ser amigo de los subordinados"). Porque yo considero que el trabajo es solo una parte de la vida, que el trabajo no es la vida, y que, al salir, todos somos iguales.

Así, nunca tuve ningún problema con ellos, la relación era buena y eso hacía que se consiguieran alcanzar los objetivos marcados. Pero me cansé pronto. Aunque nunca fui cuestionado, porque hacía bien mi trabajo, sí que tenía que escuchar sugerencias "de más arriba" del tipo "más mano dura", "más disciplina", "más dinamismo" y consejos que me orientaban hacia adoptar una personalidad más propia de relaciones públicas de discoteca que de la necesaria para el cargo que tenía. Y por esa y otras razones decidí irme, también discretamente, y desaparecieron por completo mis ambiciones de liderato laboral, si es que alguna vez las tuve. Ahora vuelvo a estar en la base, con menos preocupaciones y sin que se me exija que deje de ser yo mismo.

Me alegro mucho de que Del Bosque ganara, entre otras cosas, dos ligas, dos copas de Europa y una Intercontinental, y que demostrara que la timidez, la austeridad. la seriedad y esas otras características que he citado, también pueden conducir al éxito, y que, en definitiva, el perfil bajo puede triunfar.

domingo, mayo 01, 2005

La fiesta terminó

Título: "I Know It's Over".
Intérprete: The Smiths.
Álbum: "The Queen Is Dead".
Año: 1986.
Compuesta por: Johnny Marr y Morrissey.

Yo tardé bastante en descubrir a The Smiths, y eso que durante su breve carrera ya era muy aficionado a la música. No entiendo cómo me pudieron pasar tan desapercibidos, quizá no estaba preparado para la emotiva profundidad de su música. A principios de los 90, en mi época de facultad, me compré un recopilatorio de singles, y lo cierto es que tampoco lograron impresionarme mucho. Más adelante me di cuenta de que, al menos para mí, las más grandes canciones del grupo liderado por Morrissey y Marr no fueron precisamente, salvo excepciones, las que lanzaron en formato single, caso de la que nos ocupa, que nunca lo fue, probablemente debido a su "dificultad" y a su duración, casi seis minutos, algo poco usual en un grupo famoso por la brevedad de la mayoría de sus éxitos.

Lo que me hizo convertirme definitivamente en fan de la banda de Manchester fue la lectura del libro dedicado a ellos escrito por Luis Troquel, en la colección Rock-Pop de la editorial Cátedra. Y es que la personalidad de sus componentes, y, sobre todo la de Morrissey, controvertida y apasionante, juegan un papel fundamental a la hora de entenderlos. Hay que tener en cuenta que nos encontramos ante uno de los mejores letristas, sino el mejor, de la historia de la música. Toda esa singular y extravagante forma de ser quedan patentes en todos y cada uno de los textos compuestos para acompañar las bellas melodías de Marr.

"I Know It's Over" es una de esas canciones de las que hay que saberse y entender la letra para poderla disfrutar en toda su extensión. Lo que ya es peor es identificarse tanto con ella como me paso a mí durante algún tiempo. Sentirse tan cercano a cosas como "Si eres tan gracioso, ¿entonces por qué estás solo esta noche? Y si eres tan listo, ¿por qué estás tan solo esta noche? Si eres tan divertido, ¿por qué estás tan solo esta noche? Si eres tan tremendamente guapo, ¿entonces por qué duermes tan solo esta noche? Porque esta noche es exactamente igual a cualquier otra noche" no indica estar pasando por uno de los mejores momentos personales o, más en concreto, sentimentales. Y hacer propio ese desgañito final repitiendo una y otra vez la misma frase hasta la desesperación, pues tampoco. En cualquier caso, es una de esas canciones que da gusto cantar y de las que nunca te cansas de hacerlo.

Cito el análisis que hace Tim DiGravina en allmusic.com: "La repetición que hace Morrissey de 'Oh, Madre, puedo sentir el suelo cayendo sobre mi cabeza', especialmente al final de la canción, dibuja un poderoso retrato de devastación emocional. La imagen de un hombre adulto gritando a su madre para decirle que está siendo enterrado vivo por un fracaso amoroso y por la vida en sí misma es sobrecogedor. Los arreglos y estructura de la canción son perfectos. La banda se lo toma con calma al principio, evocando un sonido de jazz noir. A media canción, aparecen los arreglos de cuerda, y con ellos la tensión y el dinamismo. A falta de dos minutos para el final, la batería de Mike Joyce empieza a atacar, el bajo de Andy Rourke rellena cualquier posible vacío, y las guitarras de Johnny Marr sollozan y repican como bebés hambrientos. Morrissey casi chilla y aúlla en lugar de, como probablemente hubiera hecho en el pasado, recurrir al vibrato y a grititos agudos. Los críticos que rechazaban la anterior desdicha de Morrissey tachándola de angustia adolescente, fueron incapaces de rechazar la la franqueza y claridad de 'I Know It's Over'". Quizá esta crítica esté expresada con alguna floritura innecesaria, pero desde luego es muy exacta.

Para acabar, como he insistido tanto en lo magistral de la letra, pinchando AQUÍ se puede acceder a uno de los muchos sitios donde se puede encontrar transcrita. Y, además, a continuación, reproduzco (con alguna muy ligera variación propia) la traducción que viene en el libro de Luis Troquel mencionado antes. Que la disfruten, si es que pueden y tienen estómago.

"Oh, Madre, puedo sentir el suelo cayendo sobre mi cabeza
Y cuando trepo a una cama vacía
Oh, bien. Ya he dicho bastante
Sé que todo ha terminado -a pesar de todo me resisto-
No sé adónde más puedo ir
Oh, Madre, puedo sentir el suelo cayendo sobre mi cabeza
Mira, el mar quiere arrastrarme
El cuchillo quiere cortarme
¿Crees que puedes ayudarme?
Triste novia con velo, por favor, sé feliz
Apuesto novio, déjale su espacio
Estrepitoso, tosco amante, trátala amablemente
(Aunque te necesita más de lo que te ama)
Y sé que todo ha terminado -a pesar de todo me resisto-
No sé adónde más puedo ir
Sé que todo ha terminado
Y en realidad nunca empezó
Pero en mi corazón era tan real...
E incluso me hablabas, y me decías:
'Si eres tan gracioso
¿Entonces por qué estás solo esta noche?
Y si eres tan listo
¿Por qué estás solo esta noche?
Si eres tan divertido
¿Por qué estás solo esta noche?
Si eres tan tremendamente guapo
¿Entonces por qué duermes solo esta noche?
Porque esta noche es exactamente igual a cualquier otra noche
Por eso estás solo esta noche
Con tus triunfos y tus encantos
Mientras ellos están uno en brazos del otro'
Es tan fácil reír, es tan fácil llorar
Hace falta fuerza para ser amable y cariñoso
Es tan fácil reír, es tan fácil llorar
Hace falta valor para ser amable y cariñoso
El amor es Natural y Real
Pero no para ti, mi amor
No esta noche, mi amor
El amor es Natural y Real
Pero no para gente como tú y yo, mi amor
Oh, Madre, puedo sentir el suelo cayendo sobre mi cabeza
Oh, Madre, puedo sentir el suelo cayendo sobre mi cabeza
Oh, Madre, puedo sentir el suelo cayendo sobre mi cabeza..."

Música para las masas

A partir de ahora, cada semana, probablemente los sábados, me permitiré recomendar y analizar algunas de mis canciones favoritas de todos los tiempos. Canciones que, por uno u otro motivo, han marcado mi vida en alguna época, y considero obras maestras indiscutibles. De diferentes estilos, más profundas o aparentemente más triviales, pero todas ellas con ese "algo" que ha conseguido que formen parte de mis favoritas. Y la humilde intención es que a alguien le pique la curiosidad, en el caso de no conocerlas o de haberles prestado poca atención, y le lleguen a resultar tan significativas como a mí. Porque, al menos bajo mi subjetiva visión vital, compartir es disfrutar.